Movimientos brutales otra vez
El mundo no sabe cómo acabará la crisis europea. Se propagará el miedo hasta que lo haga. Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, dijo en 2007 que estaba preocupado por los "movimientos brutales" del euro. Por aquel entonces la trayectoria era ascendente. Ahora el euro y muchos otros activos se están hundiendo. Las repercusiones son globales. La formulación de políticas en China, Estados Unidos y otros países podría verse afectada. El cambio en los tipos de cambio y el ajuste fiscal en Europa significa que Estados Unidos y Asia deben soportar más la carga de la recuperación global.
La defensa de la UE no ha funcionado hasta ahora. La prohibición alemana sobre las ventas a corto esta semana ha sido una de las mayores meteduras de pata. Ha incrementado el pánico global en lugar de calmarlo. Si los mercados corren el riesgo de cerrarse, los inversores salen rápido. Pero la prohibición tuvo mucho que ver con la política alemana. La canciller, Angela Merkel, necesita el apoyo de los fondos de la UE para los colosales fondos que está alineando para defender su territorio. Votos positivos pueden calmar los mercados.
La calma es necesaria dada la brutalidad de los movimientos recientes. El dólar australiano, barómetro del apetito global de riesgo y de los precios de los productos básicos, ha caído, como el euro, alrededor de un 10% en un mes. Tales movimientos ocasionan grandes pérdidas para muchas empresas, que se volverán mucho más prudentes. El crecimiento global está sufriendo.
De manera más positiva, la inflación acaba de dar un golpe. Los precios del petróleo se han desplomado un 20% en las últimas semanas. Esto puede ser muy importante para China en particular. También puede sugerir que la Fed de EE UU se abstendrá de subir los tipos de interés.
Los mercados necesitan creer que la resistencia de la zona euro no se desmoronará fácilmente. La UE tratará de proporcionar esa seguridad. Es probable que continúe su defensa durante mucho tiempo. Mientras Europa reduce sus déficit y pone sus esperanzas en las exportaciones, EE UU y Asia tendrán que tensar la cuerda global. Los inversores puede que se pregunten si son lo suficientemente fuertes. Probablemente lo son.
Por Ian Campbell