Zapatero sacrifica el gasto social para aplacar a los mercados
El principal empeño del presidente del Gobierno en esta legislatura, superar la crisis sin tocar el gasto social, se cayó ayer por la borda. José Luis Rodríguez Zapatero anunció en el Congreso que funcionarios, pensionistas y dependientes sufrirán buena parte del recorte acelerado del déficit impuesto por Bruselas para frenar la tormenta bursátil. Primeros daños colaterales: un Gobierno descolocado con alianzas parlamentarias en al aire, un PP crecido y sindicatos en estado de excitación.
A pesar de los contundentes desmentidos oficiales desde que el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, levantó la liebre en febrero, el sueldo de los funcionarios y demás empleados públicos va a ser uno de los principales sacrificados del plan de ajuste. Se verá reducido en un 5% de media este año y será congelado el que viene. La rebaja será proporcional a los ingresos. Un ministro, por ejemplo, cobrará 800 euros menos al mes. Los afectados suman 3,2 millones en las tres administraciones y el ahorro esperado ronda los 4.500 millones.
Otro icono de Zapatero, la defensa de los pensionistas, cae también por derribo. El año que viene los jubilados no verán revalorizadas sus prestaciones, excepto las no contributivas y las mínimas, paso con el que el Gobierno espera ahorrar 1.500 millones de euros, aunque la cifra está en el aire porque no se conoce como acabará el IPC. En el PSOE preocupa más la respuesta de los sindicatos a esta medida que la que puedan dar al recorte del salario de los funcionarios. Junto a ello, Zapatero anunció la eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial previsto desde 2007, que puede tener un impacto positivo sobre las cuentas de la Seguridad Social de 500 millones.
Otra de las medidas estrella, la del llamado cheque-bebé, a la que se opuso sin éxito el ex vicepresidente Pedro Solbes, desaparecerá también de la política social a partir de enero, con un ahorro de 1.200 millones. Otros 300 saldrán de la venta de medicamentos con las dosis exactas que necesita el paciente. A ellos se sumarán otros 670 debido a la eliminación de la retroactividad en el cobro de las ayudas por dependencia. A partir de ahora, las solicitudes tendrán que resolverse en seis meses y no habrá pagos atrasados. Los derechos generados serán abonados por el Gobierno en un plazo de hasta cinco años.
El presidente no descarta recuperar Patrimonio y subir los impuestos a las rentas más altas
Los recortes en la ayuda oficial al desarrollo y en las transferencias a comunidades y ayuntamientos ahorrarán a Hacienda 2.000 millones más. Por último, Zapatero cifró en 6.045 millones la reducción en la inversión pública estatal entre este año y el que viene y enfatizó que en este ajuste ha buscado afectar lo menos posible a este capítulo y que, en todo caso, quedará a salvo la inversión más productiva.
Con todo ello, se cumple con creces el recorte extra del 0,5% del PIB para este ejercicio y del 1% para el que viene, anunciados por el Gobierno en la reunión del eurogrupo, que supone reducir el gasto en 15.000 millones más y llevar el déficit del 11,2% actual al 6% el año que viene.
Buena parte del banco azul desconocía ayer los anuncios que iba a realizar el presidente y que se llevarán a los dos próximos consejos de ministros. También se notó descolocados a no pocos diputados socialistas, conscientes de que el Gobierno necesita con urgencia un nuevo discurso político y económico que disimule las incoherencias y las contradicciones de los últimos días y meses. "Hoy hemos aterrizado en la realidad después de mucho tiempo viviendo en las nubes", reconocía un veterano parlamentario del grupo mayoritario.
Hay en el Grupo Socialista expectación por ver si pueden pactarse los espacios de desacuerdo con los sindicatos, a los que hoy mismo recibirá Zapatero en La Moncloa, y también por ver como se despejan las alianzas parlamentarias. El Gobierno está convencido de que en esta nueva etapa sólo estarán al alcance de la mano el PNV y Coalición Canaria, pues con las medidas anunciadas ayer se ha perdido el favor de la izquierda y el de CiU sólo tiene como prioridad las elecciones autonómicas previstas, en principio, para el 28 de noviembre. Zapatero entonó ayer en este ambiente un discurso de circunstancias que intentó abrigarse en la gravedad de la crisis y en las decisiones adoptadas en Bruselas para superarla. "Estamos en una situación muy difícil. Pido un esfuerzo nacional a todos los ciudadanos. Estas son medidas imprescindibles para recuperar la confianza que sería una irresponsabilidad no tomar. El Gobierno no desfallecerá y está seguro de que saldremos adelante", dijo solemne el presidente.
Consciente de que este nuevo discurso desentonaba de manera evidente con su negativa, expresada hace una semana, a acelerar la reducción del déficit para evitar sacrificar el crecimiento, el presidente no tuvo más remedio que admitir que las medidas anunciadas ayer "afectarán al crecimiento, pero sólo en el corto plazo". En su opinión, aportarán "un factor de credibilidad" que beneficiará al funcionamiento de las empresas.
No pocos diputados socialistas mostraron en privado su extrañeza por el hecho de que el presidente no haya compensado estos recortes sociales con la recuperación, por ejemplo, del impuesto sobre el patrimonio (1.800 millones anuales) o el aumento de la imposición a las rentas más altas. Este reproche le fue lanzado por el diputado de Iniciativa Joan Herrera. Y Zapatero le contestó que no descarta nuevas subidas de impuestos, esta vez para las rentas más altas.
Medidas para ahorrar 15.000 millones
-La inversión pública estatal se verá recortada entre este año y el que viene en 6.045 millones de euros.-Comunidades y ayuntamientos verán reducidas las transferencias estatales en 1.200 millones.-5% de recorte en el sueldo de los empleados públicos para este año y congelación salarial para el que viene. Ahorro de 4.500 millones.-La revalorización de las pensiones no se hará en 2011, salvo las contributivas y las prestaciones mínimas. El ahorro dependerá del IPC y se estima en 1.500 millones.-La jubilación parcial gozaba desde 2007 de un régimen transitorio que queda en suspenso. El ahorro se estima en 500 millones de euros.-El cheque-bebé, dotado con 2.500 euros, será eliminado a partir de enero. Cuesta a Hacienda 1.200 millones anuales.-Los envases de medicamentos serán dispensados con las dosis exactas para cada paciente, que podrá comprar de esta forma la cantidad que necesite. Con ello se persigue ahorrar 300 millones de euros al año.-Las personas dependientes dejarán de cobrar la retroactividad. Hasta el momento, cuando un afectado comenzaba a cobrar una prestación de esta naturaleza, junto a la primera mensualidad cobraba la cantidad equivalente al número de meses que hubieran transcurrido desde su solicitud. A partir de ahora, las ayudas deberán resolverse en seis meses máximo y no se cobrará la retroactividad. Los derechos que ya se hayan adquirido podrán pagarse en cinco años. Con ello se ahorrarán de 670 millones.-La ayuda oficial al desarrollo, dotada este año con cerca de 5.000 millones, se verá recortada en 600 para este ejercicio y el que viene.