El tirón de los Ferrari permite batir récords de precios
La última y exclusiva puja celebrada en Mónaco demuestra de nuevo que la crisis no afecta a los coleccionistas
La exclusiva subasta de automóviles Sporting Classics of Monaco congregó en el Grimaldi Fórum el pasado 1 de mayo a millonarios de todo el mundo. Se vendieron 88 coches por un valor total de 33 millones de euros. Sólo 17 automóviles se quedaron sin comprador, y siete lotes superaron el millón de euros. Se trata de piezas ampliamente documentadas y autentificadas, como si de cuadros se tratara. Una vez más quedó patente que los Ferrari de los años sesenta son las piezas más deseadas. En palabras de Max Gerardo, director de la casa de subastas RM en Europa, "es un gran momento para este tipo de coches, aunque 2009 también lo fue a pesar de la crisis".
La salud del mercado de clásicos de máximo nivel, y la buena disposición de los clientes para invertir quedó patente en el hecho de que dos de los modelos alcanzaron una valoración récord; nunca se había pagado tanto por un Ferrari 400 Superamerica ni por un Maserati Birdcag. El Ferrari alcanzó 2,8 millones de euros, cuando la estimación inicial era que se quedaría en 2,4 millones. En su momento estos modelos eran los Ferrari más caros de la oferta, y sólo multimillonarios, grandes empresarios o estrellas del cine los podían pagar. æscaron;nicamente se construyeron seis 400 Superamerica SWB (chasis corto) con carrocería de Pininfarina. Su historia está documentada paso a paso (fue vendido nuevo en Phoenix, Arizona), desde su primer dueño hasta hoy, y en 2005 fue completamente restaurado sin reparar en gastos. De hecho, marca una distancia de sólo 50 kilómetros, realizados en 2009 durante el concurso de elegancia de Pebble Beach (California).
El segundo coche más caro fue otro Ferrari, un 250 SWB de 1962 que llegó a los 2,6 millones de euros. De color blanco y con el interior azul claro, este modelo es para muchos expertos, incluyendo el gran piloto sir Stirling Moss, el mejor Ferrari de todos los tiempos. En su momento ganó todas las grandes carreras. Esta unidad en concreto se vendió en 1962 en Milán. A lo largo de su existencia ha sido verde, rojo y blanco, color este último elegido en 2007 por su último dueño, el presentador de la radio británica Chris Evans. En 2008, el popular personaje pagó más de siete millones de euros por un 250 GT California SWB.
En Mónaco se lograron vender 88 coches por un valor total de 33 millones de euros
El Maserati tipo 61 Birdcage de 1960 fue el tercer clasificado por precio. Cambió de dueño por 2,4 millones de euros.
Se trata de un coche de competición que debe su sobrenombre (jaula de pájaro) a su complicada estructura formada por finos tubos de acero, tan ligera como rígida.
En cuarto y quinto lugar por valoración se colocaron otros dos Ferrari. Un 250 GT LWB Tour de France de 1957 que perteneció al coleccionista de Las Vegas Bill Harrah, alcanzó 2,3 millones de euros, y un descapotable 250 GT LWB California Spyder superó por poco los dos millones de euros.
Del desguace a las mejores colecciones
Entre los exquisitos Delahaye, el tipo 135 es el más apreciado. En Mónaco se subastó un 135 MS Competition Cabriolet de 1938, con carrocería Figoni & Falaschi, que alcanzó 1,7 millones de euros. Hace más de 70 años este coche de competición ya rendía 160 CV gracias a su motor seis cilindros de 3,5 litros. Según su vendedor, en 1960 este automóvil fue entregado por su dueño a un desguace a cambio de 500 francos, pero el receptor se puso en contacto con un entusiasta de estos coches, que lo adquirió por 700 francos y lo conservó hasta 2002.El coche más valioso de los subastados fue el BMW 328 MM Bügelfalte, un modelo único. Después de participar en la Mille Miglia de 1940, durante la Guerra fue guardado por Albert Speer, arquitecto y ministro alemán de armamento. Tras la derrota nazi, viajó a la URSS y quedó al cuidado de Artiom Ivanovich Mikoyan (impulsor de los cazas MIG), que en 1972 se lo cambió a Guido Adamson, de Riga, por un Lada. æpermil;ste lo vendió en 2001. En la reciente subasta se llegaron a ofrecer por él 4,3 millones de euros, cifra que no satisfizo al vendedor, que más tarde llegó a un acuerdo confidencial con un comprador.
Un 600 de 33.600 euros
No todo fueron supercoches en la subasta monegasca. Por este modelo fabricado por Carrozzeria Ghia de Turín sobre la base de un Fiat 600 se pagaron 33.600 euros. Personajes como Aristóteles Onassis los condujeron para desplazarse hasta sus yates.