_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Tranquilidad en tiempos difíciles

Muchos ciudadanos, preocupados por la inestabilidad de su economía doméstica, comienzan a interesarse por determinados seguros que les permitan mantener los bienes y servicios adquiridos, ante una eventual reducción de sus ingresos. Dicha inestabilidad, extendida por un largo periodo de crisis, transforma la deuda impagada en una de las rémoras más importantes, no solo para las entidades financieras, sino también para cualquier prestadora de servicio, lo que deteriora la confianza mutua entre el cliente y la compañía.

Es tiempo para soluciones de cobertura, como el Seguro de Protección de Pagos (SPP) que está adquiriendo gran visibilidad por el interés de las entidades bancarias en incluirlo en la firma de sus préstamos hipotecarios y personales. Pero no se trata de un producto exclusivamente bancario, muy al contrario, muchas empresas acuden a los SPP para ofrecer tranquilidad en los pagos a sus clientes, ante contingencias como la incapacidad temporal debida a un accidente o una enfermedad y, sobre todo, al tan temido desempleo de larga duración.

Gracias al SPP todos ganan. El usuario se siente apoyado en su decisión de compra porque puede seguir disfrutando del bien o del servicio elegido en caso de un contratiempo y quién realizó la venta, conserva y mantiene la confianza con su cliente. El SPP funciona como incentivador del consumo y por lo tanto de la economía.

Compañías tan dispares en su campo, como la venta de vehículos o incluso el sector asegurador, ofrecen a sus clientes el SPP, un método muy eficiente para que el cliente se sienta protegido y, al mismo tiempo, agradecido y vinculado a la firma que le presta el servicio.

Los seguros de protección de pagos son una solución atemporal y seguirán una vez finalizada la crisis. Puede que el producto goce de mayor demanda en estos momentos, pero es una gran herramienta de fidelización para las empresas. Además, sentará un precedente para que muchos consumidores puedan sentirse cómodos con sus gastos en el futuro y demanden éste servicio.

Mónica Paz. Directora de Desarrollo de Negocio de CNP Vida

Archivado En

_
_