El tándem necesario de crédito y crecimiento

El crédito es el motor del crecimiento económico y el alimento necesario para la recuperación. Pero del mismo modo que fluyó sin miedo en los momentos más boyantes de la fiebre inmobiliaria, ha encogido ante la evidencia de los excesos cometidos años atrás y ante la escasa demanda que impone una economía paralizada por la recesión.

Las entidades financieras han regresado a la más estricta ortodoxia bancaria y han limitado la concesión de créditos a la clientela más solvente. Las hipotecas que tiempo atrás se concedían por el 100% del valor de tasación han desaparecido del escaparate bancario y la financiación, que raramente será superior al 80%, es ahora el punto de partida esencial a la hora de adquirir una vivienda.

Los créditos concedidos por las cajas se redujeron en febrero el 1,41% y los de los bancos descendieron el 1,5% interanual. Y las previsiones no apuntan a una recuperación de la inversión crediticia en este año. Según Analistas Financieros Internacionales (AFI), el crédito registrará una caída acumulada de alrededor del 8% entre 2009 y 2011, mientras que en 2010 y 2011 la inversión caerá un 5,6%, lo que supone un descenso del saldo vivo de 100.000 millones de euros.