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Jean Pisani-Ferry

"España afronta un ajuste largo y doloroso"

Uno de los economistas más influyentes de la escena comunitaria disecciona los errores cometidos por la zona euro y augura a España un durísimo ajuste a medio plazo.

"España afronta un ajuste largo y doloroso"
"España afronta un ajuste largo y doloroso"

En sólo cinco años, Jean Pisani-Ferry (1951) ha convertido al Brussels European and Global Economic Laboratory (Bruegel) en uno de los institutos de estudios de referencia para el pensamiento económico europeo. Como director desde su fundación en 2005, el antiguo asesor del Tesoro ha logrado una marca de calidad e independencia para un centro que nació bajo el impulso de París y Berlín y otros 10 gobiernos, entre ellos, el español. Su prioridad en estos momentos, como para cualquier economista, es el análisis de la crisis y su temible impacto en la zona euro.

La crisis, en general, y el caso griego, en particular, han reavivado las críticas y las dudas sobre la viabilidad de la Unión Monetaria. ¿Están justificadas?

Creo que es inevitable que se reabra el debate. No debemos tirar todo por la ventana, porque fue un acierto construir el euro y una crisis a los 10 años no es infrecuente para un régimen de tipo de cambios. Pero debemos reconocer que se han cometido algunos errores y que deben tomarse algunas decisiones muy duras para minimizar el coste del ajuste que requiere la situación actual.

¿Qué errores se han cometido?

En primer lugar, con la aplicación del Pacto de Estabilidad. Grecia es una consecuencia clara de ese error. En segundo lugar, siempre se pensó que si disponíamos de un instrumento preventivo como el Pacto ya no hacía falta disponer de un mecanismo para gestionar las crisis. Se ha visto que no es así. Y en tercer lugar, importante para España, se dio por sentado que si se mantenía la estabilidad presupuestaria, se podían evitar el resto de problemas económicos. El caso español ha demostrado que no. Y no es el único, porque algunos socios del Este han seguido un modelo similar.

Precisamente, usted ha escrito mucho sobre las crisis de competitividad, que parece sufrir España, y las crisis fiscales como la de Grecia. ¿Cuál es más grave?

La crisis fiscal lleva a la de competitividad y viceversa, así que en la parte más aguda, no hay diferencias entre las dos. Pero es importante conocer bien el origen de la crisis de cada país, para poder prevenirlas.

Un poco tarde ya. ¿Cómo se puede resolver un país como España una crisis de competitividad?

No hay remedios sencillos. Será un proceso largo y doloroso. Algunos países, como Irlanda, han recortado drásticamente los salarios, pero esa solución, factible para un país pequeño, no es tan útil en países grandes porque afecta a numerosas variables como el consumo. Se puede optar también por medidas fiscales, para favorecer una suerte de devaluación interna, pero no se llega muy lejos. Al final, se trata de un camino muy largo y difícil de mantener, porque la población puede hartarse.

¿Puede acabar España con una crisis a la japonesa?

Esa comparación da miedo. Espero que no. En todo caso, será un ajuste a medio plazo en el que influirá la situación del resto de la zona euro.

¿Alguna recomendación al Gobierno español?

No me gusta dar consejos cuando no he estudiado un caso concreto en profundidad. Pero España tiene que recuperar competitividad. Y la zona euro también tendrá que ajustarse y acostumbrarse a tolerar cifras de inflación por encima del 2% en países como Alemania y que otros, como España, se mantengan por debajo de ese umbral fijado por el BCE.

¿Por qué los mercados se fijan tanto en España y no, por ejemplo, en el Reino Unido?

Reino Unido también está en una situación muy delicada, pero parecen claros cuáles son sus puntos fuertes. España, en cambio, genera dudas sobre su modelo de crecimiento y cómo va a encajar su economía en la división mundial del trabajo y el valor añadido.

"Si un país sale del euro, todos lo pagaremos muy caro"

La sede del Bruegel se encuentra a ocho minutos andando del primer observatorio astronómico de Bruselas, construido en 1832. Más de 175 años después, el think tank que dirige Jean Pisani-Ferry también busca en el firmamento, económico en su caso, señales que ayuden a entender la coyuntura actual. Al calor de un café y con más tiempo en la agenda del habitual (por suerte para CincoDías, el volcán Eyjafjaya le ha obligado a cancelar un viaje a Viena), Pisani-Ferry descarta, de entrada, una conspiración contra el euro. "Los mercados, de hecho, se han comportado de manera muy racional durante esta crisis. No ha habido pánico. Y hay que reconocer, que antes de las crisis, la zona euro ya no se encontraba en muy buena forma". El economista francés también encuentra explicación para la persistente penalización de los inversores a los bonos griegos. "Los mercados ven que la sostenibilidad no se ha conseguido y que, en caso de préstamos bilaterales de otros países del euro, los Estados tendrán prioridad para cobrar".Sobre la posibilidad de que un país abandone voluntariamente o no la zona euro, Pisani-Ferry advierte que "todos lo pagarán muy caro". Primero, "porque quedaría claro que la salida es posible". Y segundo, "porque los mercados empezarían a analizar la deuda de cada socio con esa premisa y a calcular su valor, no en euros, sino en base al posible regreso a una divisa nacional". Por si acaso, de todos modos, Pisani recomienda "no cometer errores, porque estamos en tiempos muy exigentes".

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