La industria bancaria se rebela contra la tasa para futuros rescates propuesta por el FMI
La banca y algunos organismos reguladores se han revuelto contra la propuesta del Fondo Monetario Internacional (FMI) de crear un nuevo impuesto para la industria financiera, al entender que es una forma inadecuada de reducir el riesgo de que se produzcan nuevas quiebras.
El FMI recomendaba el miércoles una tasa con un tipo único que grave a las entidades en función de su balance y su pasivo, y que pueda destinarse a costear futuros rescates. Además, el organismo también propuso la creación de un gravamen adicional sobre el beneficio de los bancos.
El FMI sugería que cada país recaudara entre el 2% y el 4% de su Producto Interior Bruto (PIB) a largo plazo. El dinero recabado podría reunirse en un fondo especial para rescates, o añadirse a los ingresos públicos de cada país.
La Asociación para los Mercados Financieros de Europa (AFME, en sus siglas en inglés) considera que no hay necesidad de un nuevo impuesto para crear un fondo contra futuras quiebras. "Los gravámenes propuestos aumentarán claramente los ingresos públicos de los Estados, pero no reducirán el riesgo del sistema sino que, irónicamente, podría incrementarlo al crear un fondo que incentivaría el riesgo moral de la banca".
Contar con un fondo para el rescate de entidades daría a la industria financiera un soporte que excedería con creces los disponibles por otros sectores. Además, dados los déficit públicos de los Gobiernos de todo el mundo, sería difícil de justificar que se recaude ese dinero exclusivamente para rescates.
"Muchos ministros de finanzas son conscientes del riesgo moral que supondría la creación de una hucha para salvar bancos", aseguraba ayer una fuente financiera al diario Financial Times. "Espero que los bancos puedan presionar para que se retire la propuesta".
Según Credit Suisse, un impuesto como el descrito por el FMI podría mermar un 20% el beneficio antes de impuestos del sector bancario europeo.