Ordóñez prefiere que eléctricas y 'telecos' creen filiales de pago autónomas
Un nuevo real decreto sobre servicios de pago permitirá a las empresas de suministros cobrar sus facturas directamente, sin pasar por el banco. Bastará con que soliciten licencia como entidad de pago (EP). Sin embargo, el Banco de España prefiere que telecos y eléctricas canalicen sus recibos a través de filiales separadas de la matriz para facilitar la labor supervisora.
La gestión de pagos electrónicos cambiará sustancialmente en España en los próximos meses. La Dirección General del Tesoro ya ha concluido el borrador final del real decreto que regula los servicios de pago.
La nueva normativa permite a las empresas de suministros básicos como el agua, la luz, el gas o las telecomunicaciones pasar a cobro sus facturas directamente, sin recurrir a un banco o caja. Para hacerlo, basta con que soliciten licencia como entidad de pago (EP). Esta nueva figura no exige a la empresa que la recibe dedicarse en exclusiva a la actividad financiera (es decir, contempla la creación de entidades de pago híbridas), pero sí implica que en su operativa relacionada con los medios de pago esté sometida al control del Banco de España.
Pero el organismo que encabeza Miguel Ángel Fernández Ordóñez tiene claras sus preferencias si, finalmente, tiene que tratar con mastodontes como Telefónica, Iberdrola o Gas Natural. "El Banco de España se sentiría más cómodo si la actividad de las entidades de pago híbridas se llevase a cabo mediante una filial separada. No obstante, no puede imponer esta solución, salvo en los casos expresamente previstos en la normativa", explican fuentes del supervisor.
Para el regulador, resulta más fácil controlar una subsidiaria autónoma, con sus cuentas desgajadas, que tratar de desenmarañar la actividad propia de una EP de la correspondiente a la cabecera del grupo.
El real decreto, al que ha tenido acceso CincoDías, ha sido remitido al Consejo de Estado para su revisión y debería entrar en vigor a finales de primavera. El texto viene a completar la Ley sobre servicios de pago, en vigor desde noviembre del pasado año, que trasponía a su vez una directiva europea sobre la materia. Esta última pretende armonizar el marco jurídico comunitario en las transacciones no monetarias y estimular la competencia de un mercado dominado, hasta ahora, por la banca.
"Crear una EP puede implicar una inversión importante. Pero para una empresa que emite millones de recibos al mes, ahorrarse un céntimo por factura puede suponer mucho dinero y varios grupos tienen la tecnología necesaria para gestionar sus pagos y sus cobros", explica Miguel Linares, asociado sénior de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira.
Telefónica constituyó una remesadora el pasado enero para dedicarse, en principio, a la gestión de transferencias al extranjero. Con la nueva norma, ésta subsidiaria deberá transformarse en una EP antes de un año.
El potencial de Telefónica
La multinacional aún debe decidir si limita la actividad de Telefónica Remesas a los giros. En su mano está ampliar su espectro de acción a otras actividades que permite el real decreto como el cobro de recibos, la emisión de tarjetas o la concesión de microcréditos ligados a facturas. Sólo en España, Telefónica tiene 44,2 millones de clientes. Pero como su licencia de EP le permitiría tramitar cobros en toda la UE gracias al pasaporte comunitario, habría que añadir los recibos mensuales de sus 47,8 millones de clientes afincados en las islas británicas y Centroeuropa. Las economías de escala hablan por sí solas.
El real decreto exige un capital social mínimo de entre 20.000 y 125.000 euros para crear una EP. Este varía en base a la cantidad de servicios que vaya a prestar. Además, se deben cumplir unos coeficientes de solvencia según la naturaleza y magnitud de su actividad.
Dinero vips, al margen
La nueva norma no afecta a aquellos instrumentos de pago cuya aceptación esté limitada a los establecimientos del emisor. Es decir, no regula el dinero Vips, los fondos acumulados en la tarjeta Doble Cero de El Corte Inglés o los puntos Iberia, Gamestop y Cortefiel.
La remesadora responde del locutorio
Un agente, varios proveedores. Los locutorios constituyen la principal fuerza de venta de las remesadoras, núcleo de las futuras entidades de pago (EP). La nueva norma permite a estos establecimientos trabajar para varias compañías a la vez. El real decreto impone, no obstante, que el dueño del locutorio deje claro al inmigrante que vaya a mandar dinero a casa las alternativas que tiene a su disposición para que pueda elegir la que crea más adecuada. Además de tener que lidiar con la promiscuidad profesional de sus socios, las EP deben registrar ante el Banco de España los datos de todos sus agentes y fijar mecanismos de control para asegurarse de que cumplen la legislación. Anaed, la patronal de las remesadoras, defendía la exclusividad de los locutorios para que su control fuera firme, sobre todo a la hora de prevenir el blanqueo de capitales.