Marsans acude de nuevo a la banca un mes después de lograr financiación
Viajes Marsans ha acudido de nuevo a la banca acreedora en busca de otra inyección de liquidez apenas un mes después de que ocho entidades financieras concedieran al grupo turístico una línea de 22 millones de euros para afrontar la campaña veraniega y los socios aportaran otros 14 millones. La situación de Marsans se agravó ayer tras retirarle las aerolíneas integradas en IATA la licencia para vender billetes de avión, lo que deja a la compañía al borde del colapso.
Marsans se ha dirigido recientemente a alguna de las entidades acreedoras en busca de otra inyección de liquidez con la que afrontar la campaña veraniega, según han confirmado fuentes conocedoras de la situación. Sólo un mes después de que el grupo turístico firmara el último crédito y los socios anunciaran una aportación extraordinaria de fondos, este paso de Marsans es un síntoma más de las extremas tensiones de liquidez que atraviesa el grupo propiedad de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual. En el último mes ha tenido dificultades para abonar la nómina de los 4.000 empleados.
Las empresas del grupo Marsans atraviesan una delicada situación debido al fuerte descenso de las ventas y a la canalización de recursos -al menos 143 millones de euros- hacia Air Comet, la aerolínea que cerró el 21 de diciembre y de la que ayer el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid admitió a trámite el concurso de acreedores. El pasivo de la aerolínea es de 310 millones de euros, de los que 160 son deudas con empresas del grupo.
La cantidad que ha solicitado de nuevo Marsans a la banca no ha trascendido, pero ha sorprendido el hecho de que las necesidades de tesorería transmitidas por el grupo turístico a sus bancos acreedores para poder mantener la actividad hasta el verano hayan quedado desfasadas en apenas un mes. Marsans no quiso comentar ayer esta información.
Las ocho entidades financieras que otorgaron el préstamo de marzo -Santander, Banesto, La Caixa, Caja Madrid, Sabadell, Bancaja, CAM y Caja Rural de Ciudad Real- y otras diez firmaron con Marsans un compromiso de espera (stand still), por el que el grupo turístico aplaza por un tiempo el pago del principal de una deuda de 120 millones de euros que tiene con las entidades y sólo abona los intereses.
Entre los bancos existe máximo interés en que Marsans se desprenda de activos, conscientes de que el tiempo juega en contra y de que un eventual colapso del grupo tendría consecuencias desagradables en todo el sector turístico. Liquidada la aseguradora Mercurio y con la aerolínea en concurso de acreedores, el activo de mayor valor es la red de agencias de viajes, con unas 1.000 oficinas y 1.380 millones de facturación en 2008.
Por si fuera poco, Marsans confirmó ayer que IATA, la asociación mundial de aerolíneas, le ha retirado la licencia para seguir vendiendo billetes de avión hasta que no deposite un aval por 20 millones. Pascual dijo a EP que "no hay otra solución" que responder con esa cantidad que exige la IATA, lo que confió en resolver "en estos días". La IATA ha decidido retirar la licencia por las dificultades que la organización habría registrado en los dos últimos meses para percibir el pago que Viajes Marsans debe efectuar a mediados de cada mes. Esta cantidad es el importe de los billetes vendidos por la agencia y cobrados en efectivo.
Su exclusión del BSP es lo que había intentado a toda costa evitar el grupo en los últimos meses porque supone perder el último hilo de vida.
Pago a IATA
BSP. Marsans ha dado prioridad en los últimos meses al pago del BSP (Billing and Settlement Plan), que es la liquidación mensual que las agencias de viajes tienen que realizar a las aerolíneas por los billetes de éstas que venden en efectivo. Viene pagando una media de entre ocho y diez millones al mes. Este pago se realiza los días 15 y no atenderlo implica que IATA, la asociación mundial de las aerolíneas, impide a la agencia vender más billetes.
Air Comet, en venta, debe 310 millones
El titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid, Francisco de Borja Villena Cortés, emitió ayer un auto por el que admite a trámite el concurso de acreedores de Air Comet, con un pasivo de 310,41 millones de euros. De esta cantidad, 160 millones son deudas con empresas del grupo. Marsans se vio obligado a cerrar la aerolínea debido, según Díaz Ferrán, a la incapacidad de obtener financiación para mantener la actividad y a la espiral bajista de las tarifas en las que se vio envuelta la compañía. Air Comet, con cinco aviones, operaba sobre todo rutas trasatlánticas a América Latina. El activo de la compañía es de 84,5 millones de euros.Según los cálculos del juzgado, existen unos 24.000 clientes afectados por el cierre de la aerolínea (equivalentes a 45.000 trayectos vendidos para fechas posteriores a la del cese de actividad) y 740 trabajadores. Los que no se han desvinculado definitivamente de la compañía están en situación de ERE suspensivo, por lo que la admisión a trámite del concurso les permitirá seguir cobrando el desempleo.El juzgado ha designado administradores concursales a Luis Arqued Alsina, auditor economista; Mariano Hernández Montes, abogado; y a la Agencia Tributaria.Air Comet estaba negociando su venta al fondo luxemburgués Real Estate Distressed Fund a través de la firma catalana Batallajuanola, que actuaba de intermediaria. Pero Batallajuanola ha decidido retirar su oferta de compra de la compañía aérea Air Comet, informó a Efe un portavoz de la sociedad. La decisión se ha tomado tras a la vista de la deuda anunciada en el concurso de acreedores declarado por el juzgado madrileño.