Aumentan a 760 los muertos por el terremoto de Yushu en China
El primer ministro chino, Wen Jiabao, visitó este miércoles la ciudad de Gyeyu, una de las más afectadas por el terremoto de 7,1 grados que el pasado día 13 sacudió la provincia china de Qinghai (noroeste) y provocó 760 muertes, según el último balance facilitado por las autoridades.
Jiabao visitó las zonas afectadas de la remota prefectura autónoma de Yushu, donde se encuentra Gyeyu y que está habitada mayoritariamente por población de etnia tibetana. Allí prometió a los residentes más recursos para las labores de rescate, aunque sus palabras tuvieron que ser traducidas al dialecto local para mejorar la comprensión.
En las tareas de salvamento han contribuido, además de los equipos provinciales y los venidos de otras regiones, los monjes tibetanos, que ayudaron a los supervivientes a buscar a sus fallecidos, que se acumulan en un recinto cubierto.
"Muchos de estos cadáveres pertenecen a personas que ya no tienen familia o que no han sido aún reclamados, por lo que nosotros nos tenemos que ocupar de ellos", afirmó Lopu, uno de los monjes que se encuentran en Gyeyu.
"Yo diría que hemos recogido mil cadáveres o incluso más. Algunos los encontramos nosotros, y otros no los enviaron", añade Lopu. Y es que muchos de los habitantes de la zona no dan crédito a la cifra oficial de 760 muertos, sino que creen que es mucho mayor.
La cifra de fallecidos no está clara, en parte porque muchas familias retiraron los cadáveres de sus familiares antes de que pudieran ser contabilizados. Según algunas ONG que trabajan sobre el terreno, la cifra total de muertos podría elevarse a mil. En cualquier caso, las autoridades tienen contabilizados 243 desaparecidos, y centenares de heridos de los cuáles 2.000 estarían muy graves.
Por otro lado, las bajas temperaturas nocturnas, cercanas a los cero grados, hacen difícil la supervivencia de los posibles supervivientes que permanezcan atrapados bajo los escombros.