Madrid aspira a ser sede de arbitraje internacional
Los expertos piden un reglamento uniforme para atraer demanda.
El arbitraje internacional es un nicho de negocio y Madrid tiene todos los elementos para convertirse en una de sus capitales: apoyo institucional, una buena ley en vías de reforma, un cuerpo de juristas con experiencia y una posición privilegiada como puente hacia Latinoamérica y el Magreb, dos áreas en las que se aplica derecho continental. Así lo sostuvieron ayer un grupo de expertos en este ámbito durante la presentación del nuevo reglamento arbitral de Aeade (Asociación Europea de Arbitraje).
Para ello, como explicó Miguel Moscardó, socio fundador de Moscardó & Stampa, es fundamental aspirar a la homogeneización de los reglamentos de las cortes arbitrales que existen en España, como ya ha hecho Suiza en materia de arbitraje internacional. "El arbitraje es un nicho de negocio porque el comercio global lo ha convertido en su medio de resolución de conflictos. No hay más que ver cómo universidades, másteres y bufetes de abogados se interesan por esta actividad", señaló.
Moscardó, miembro del secretariado permanente de la UIBA (Unión Iberoamericana de Colegios y Agrupaciones de Abogados) explicó que esta institución trabaja para lograr que se "resuelvan cuestiones arbitrales dentro de Latinoamérica y entre ésta y Europa con juristas de ambos polos y con formación jurídica continental", de forma que se haga frente al dominio arbitral que Miami ejerce actualmente sobre Latinoamérica.
Javier Íscar de Hoyos, abogado y secretario general de Aeade, señaló también la importancia de que el arbitraje español camine hacia una homogeneización y coordinación de reglamentos en la línea de lo que ha hecho Aeade con sus nuevas normas. "La proliferación de cortes arbitrales en España hace pensar a las empresas que están en un reino de Taifas y ello no da confianza, apuntó. Íscar, que presentó las nuevas líneas del reglamento de Aeade, explicó que la institución tramitó en 2009 un total de 650 arbitrajes, un 28% más que el año anterior, y que espera crecer un 30% más -hasta sobrepasar el millar- en 2010.
Rebajas
Entre otras novedades, el nuevo reglamento prevé una rebaja del 60% en las tarifas arbitrales y facilita el pago a las partes "en aquellos casos en que se acrediten problemas de liquidación". También aboga por la especialización de los árbitros, al prever la creación de comités de expertos en diferentes materias.
"El arbitraje vale lo que valga el árbitro", resumió Pepe Merino Merchán, abogado, árbitro del Comité Olímpico Español y presidente del Comité de Garantías y Designaciones de Aeade. Según Merchán, "la confidencialidad, más que los costes, es la razón que empuja actualmente a las empresas a acudir al arbitraje", porque es una característica del sistema "que no tiene precio".
También apuntó a la necesidad de superar una cierta "endogamia" en el sector, que concentra en un pequeño grupo de árbitros la mayor parte de los asuntos. "Los nuevos reglamentos deben incluir la dedicación permanente y la especialización". Para Marchán, el arbitraje no está llamado a cubrir la saturación de la justicia, "pero si puede, debe hacerlo".