El sector de componentes del automóvil redujo la facturación en 2009 un 23,2%
La industria española de componentes del automóvil facturó el año pasado 22.988,10 millones de euros, un 23,29% menos que los 29.970,5 millones de euros que obtuvo como cifra de negocio en 2008.
Según informaron a Efe fuentes de la patronal española de componentes Sernauto, estos datos confirman que 2009 ha sido un "desastre" y "el peor año de la historia" para esta industria auxiliar del automóvil.
La fuerte caída de la producción automovilística el último año es el origen de esta mala evolución de la cifra de negocio.
Un impacto de la caída de la facturación ha sido la importante reducción del empleo en el sector que ha caído en el último ejercicio un 18,4% respecto a 2008 y ha situado la plantilla global en 169.936 trabajadores, frente a los 208.766 de un año antes.
En el ejercicio 2009, las fuentes de Sernauto subrayaron que han sido despedidos unos 30.000 trabajadores de este sector y el doble se han visto afectados por Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de distinta dimensión, lo que supone que "no ha habido empresa que se haya podido librar de la aplicación de estas medidas de ajuste", dijo la fuente informante.
Ya en el año 2008 se vislumbró que la crisis iba a pasar factura a los trabajadores, pues disminuyó un 15% la plantilla global de esta actividad.
El absentismo laboral en el sector de componentes español se redujo un 23,9%, aunque mantiene un alto índice del 4,77%, si bien inferior al 6,13% que denunció en 2008.
De los casi 23.000 millones de euros facturados en 2009, 13.372,70 millones de euros, un 22,78% menos que en 2008, se concentran en las exportaciones y el resto procede de la industria productiva, 5.276,3 millones (-37,3% en relación a 2008), y del mercado de recambio, 4.339,1 millones (+2,6%).
El valor de las importaciones ascendió a 18.214,3 millones de euros, un 22,29% menos que en el ejercicio precedente.
De dicha cantidad, se destinaron 11.138,9 millones de euros (-16,7%) al suministro para la industria de producción automovilística, 5.450,5 millones (-35,5%) para las dotaciones a la industria de componentes y 1.624,9 millones (+1,5%) para reponer en el mercado de recambio.
El mercado de recambio es el único que ha tenido comportamiento alcista el año pasado, lo que se explica por la alternativa que ha supuesto a los consumidores como acceso a un componente de precio más accesible para paliar los efectos de la crisis económica.
También se entiende como una alternativa al recurso de alargar el mantenimiento de los coches más viejos ante las decisiones de demora en la compra de coches por la falta de liquidez y las dificultades de acceso al crédito.
Las inversiones del sector rondaron los 550 millones de euros, aproximadamente el 1,8% de la facturación, mientras que al gasto directo en I+D+i se destinó el 0,85% de la cifra de negocio (unos 300 millones de euros).