Repsol pone a Imaz al frente de la nueva división de energías 'verdes'
Repsol lanzó ayer un mensaje verde con el anuncio de la puesta en marcha de una unidad de negocio orientada a las "nuevas energías", básicamente renovables, bioenergía y reducción de emisiones de CO2. Al frente de esa división coloca a Josu Jon Imaz, presidente de la refinera vasca Petronor y que así sube escalones en la dirección del grupo.
Repsol lanzó ayer varios mensajes al mercado. Uno de contenido ecológico. El grupo de historia petrolera también tiene su sensibilidad verde. La corporación que preside Antoni Brufau ha puesto en marcha una unidad de negocio de nuevas energías, según un comunicado de pocas líneas en el que declaraba su "compromiso con soluciones energéticas sostenibles"
La división de reciente estreno sólo especifica que sus primeros pasos estarán dirigidos al obligado ámbito de las renovables, a la bioenergía y a las inversiones relacionadas con la reducción de las emisiones de CO2. Hasta ahora, Repsol había limitado sus esfuerzos verdes en el área de los biocombustibles, en concreto a partir de las algas marinas.
Otro de los mensajes de Repsol ayer fue el ascenso de Josu Jon Imaz dentro del escalafón directivo de la multinacional. El ejecutivo vasco sigue como presidente de la refinera Petronor en Muskiz (Vizcaya), participada al 86% por Repsol, y ahora se hace cargo de la dirección de la citada unidad de negocio de nuevas energías. La nueva división cuelga de la dirección general de Downstream, que incluye las actividades de refino, distribución de carburantes y marketing, según ha quedado fijado en el organigrama de Repsol.
De esta manera, Imaz reportará directamente con Pedro Fernández-Vidal, director general de Downstream. Repsol añadió ayer que la nueva unidad de negocio también contará con el apoyo (y, por supuesto, con los recursos) de la dirección de medios y tecnología del grupo liderado por Antoni Brufau.
Hace tres semanas, Imaz consiguió un cierto protagonismo en Repsol por una operación que se cerró en Bilbao, en la sede de BBK (el otro accionista de la refinería de Muskiz con el restante 14%). Fue una actuación a tres bandas (Repsol, Petronor y la caja vasca) que benefició a todos. BBK compró el 5% de CLH a través de las acciones que tenía Petronor en la distribuidora. Sus accionistas, Repsol y la propia caja, salían por tanto beneficiados. En el caso del grupo energético, con un beneficio neto de 107 millones.
Venta a Enagás del 82% de Gaviota por 87 millones
También anunció ayer Repsol la venta del 82% del almacén Gaviota a Enagás por un importe de 86,9 millones. Gaviota es un almacén de gas natural subterráneo, bajo las aguas del Cantábrico y frente a la costa de Bermeo (Vizcaya). Según fuentes de Repsol, tiene un volumen operativo de 0,9 bcm, con una ampliación prevista de su capacidad hasta 1,6 bcm. Repsol ha explicado la venta como otra desinversión gradual de activos no estratégicos. Gaviota fue en origen una explotación de gas natural, que una vez agotada se reconvirtió en almacén. Para Enagás, la compra de Gaviota "se encuentra en línea con su estrategia de adquirir participaciones de activos de la red básica de gas natural, siempre que sean compatibles" con sus objetivos de rentabilidad y endeudamiento. El 18% restante de Gaviota sigue en manos de Murphy Spain.