El consejo de Caixanova da el primer paso para la fusión con Caixa Galicia
Tras varios meses de presiones y desencuentros, el consejo de administración de Caixanova dio ayer luz verde a estudiar la fusión con Caixa Galicia. La integración de las dos cajas gallegas provocaría, según el informe elaborado por KPMG, una mejora de la calificación crediticia del nuevo grupo.
Las dos cajas gallegas llevan cinco meses en un permanente tira y afloja acerca de su posible fusión, pero fue ayer cuando el consejo de administración de Caixanova aprobó, por unanimidad, el inicio formal de las negociaciones para estudiar su integración con Caixa Galicia.
El máximo órgano de gobierno de la entidad mostró su voluntad de "iniciar los contactos" con su rival del norte, para analizar la "posible confluencia de las dos cajas gallegas en un proyecto común".
Con este paso adelante se formaliza un noviazgo, perseguido con insistencia por la Xunta de Galicia, y que tuvo una confirmación informal en un documento suscrito por los primeros ejecutivos de ambas entidades el lunes pasado. Caixa Galicia adoptó el pacto el miércoles.
Fuentes del consejo de la caja con sede en Vigo explicaron que el encuentro fue "muy rápido" y que el presidente de la entidad, Julio Fernández Gayoso, no dio detalles de cómo se va a desarrollar la negociación.
La principal fuente de controversia, como también ocurre en la integración de Caja Duero y Caja España, es quién tomará el liderazgo de la operación y cuál será el reparto de poder en el grupo resultante.
La elección de la ciudad que acogerá la sede de la gran caja gallega y la composición de su consejo de administración serán las piedras de toque de la negociación. En el caso de las cajas castellanas, se alcanzó una solución de compromiso que pasaba por un encaje de bolillos en cuanto a la distribución de sedes y funciones directivas entre las dos entidades.
Mejora del rating
En caso de que el proyecto salga adelante, dará lugar a la quinta caja de ahorros españolas por activos, por detrás de La Caixa, Caja Madrid, Caja Mediterráneo (CAM) y el grupo resultante de la fusión entre Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Manresa. Administraría fondos por más de 75.000 millones de euros.
La operación, que requeriría la aportación de 1.200 millones de euros por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y el cierre de 280 oficinas, tendrá un impacto positivo sobre la calificación crediticia de la entidad resultante, de acuerdo con el informe de KMPG encargado por la Xunta.
En concreto, la consultora prevé que, en 2012, una vez fusionadas Caixanova y Caixa Galicia, logren aumentar en un escalón su rating crediticio, algo clave para conseguir financiación mayorista con costes limitados. A día de hoy, la agencia Fitch otorga a Caixa Galicia tiene una calificación de BBB+ y a Caixanova algo mejor, A-. Mientras, Moody's puntúa a ambas con un A3, con perspectiva negativa.
Una vez logrado el visto bueno del consejo de Caixanova, directivos de ambas cajas mantuvieron un contacto inicial para concertar una primera cita en la que programar y planificar las reuniones.
Feijóo, esperanzado ante el proyecto
Los políticos gallegos expresaron ayer su esperanza ante la posibilidad de contar con una gran caja en la comunidad, tras la autorización de ayer del consejo de Caixanova para que la dirección negocie su fusión con Caixa Galicia.Para el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la decisión de Caixanova de comenzar las negociaciones con Caixa Galicia pone a ambas entidades en el "sendero de la esperanza y ambición colectiva".También los portavoces de los grupos parlamentarios gallegos se felicitaron por la decisión de ayer.Xaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) expresó su confianza en que las cajas den "una buena noticia en las próximas semanas". Carlos Aymerich (BNG) manifestó su confianza en una "caja gallega" que no sea "ni del norte ni del sur", dijo en alusión a las ciudades de A Coruña y Vigo, donde tienen sus sedes Caixa Galicia y Caixanova, respectivamente.