El retorno del retorno absoluto
Tras el auge que los fondos de gestión alternativa o retorno absoluto experimentaron entre 2005 y 2007, los malos resultados que, en general, obtuvieron a partir de 2008, unidos a ciertos acontecimientos como la estafa Madoff, decepcionaron a los inversores y, como consecuencia, el interés por este tipo de productos se diluyó muy rápidamente.
Como suele suceder, son múltiples factores los que, al concurrir simultáneamente, provocaron que los resultados de estas estrategias no fueran satisfactorios: la falta de liquidez de los activos en los que invertían, el elevado apalancamiento, la escasa diversificación, la falta de transparencia y, por supuesto, la crisis financiera, cuya violencia e intensidad supusieron que cualquier sistema de control de riesgo se convirtiera en papel mojado en cuestión de horas.
Varias razones nos llevan a pensar que la gestión alternativa es hoy día una buena oportunidad, una clase de activo que debe estar presente en las carteras como una más.
Gestores e inversores han aprendido de los errores del pasado; hoy la transparencia, la diversificación, el control, la regulación y la liquidez son aspectos capitales y los tiempos del elevado apalancamiento han quedado atrás.
Por otra parte, en los mercados se dan condiciones objetivas favorables a las estrategias de gestión alternativa: la volatilidad está en niveles adecuados (ni muy alta ni muy baja); los fundamentales cuentan, con lo que no todos los activos se mueven ya en la misma dirección, lo cual permite aportar valor mediante la gestión activa; existen oportunidades en segmentos de mercado que todavía no han vuelto a la normalidad y, por supuesto, existen menos cazadores persiguiendo a la misma presa".
Pablo Martínez Alberola. Jefe de ventas de Barclays Wealth Managers España