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Columna
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El camello detrás de la zanahoria

Los acreedores de Dubai World podrían negociar mejores condiciones. El emirato quiere separar y tener el control total de Nakheel, la filial que está detrás de sus proyectos más extravagantes, como parte su plan de reestructuración de las deudas que ascienden a alrededor de 24.000 millones de dólares en su principal empresa. El Gobierno considera la medida imprescindible para la economía, pero necesita la aprobación de los acreedores que opinan que los prestamistas de Nakheel reciben un trato preferencial.

El plan de reestructuración da a los acreedores el reembolso total del principal de sus préstamos durante un periodo de tiempo prolongado. Sin embargo, a los acreedores del Nakheel se les ha ofrecido altos tipos de interés. Nakheel recibirá de todo menos 1.500 millones de los 9.500 que el Gobierno ofrece para recapitalizar las dos empresas. Los bonos de Nakheel, que valen 1.700 millones, se reembolsarán cuando venzan entre 2010 y 2011.

La diferencia refleja en parte el valor subyacente de los préstamos. Una gran parte de los préstamos de los bonos y préstamos de Nakheel están garantizados con propiedades y terrenos en Dubai. Eso contrasta con los 14.200 millones de deuda en proceso de reestructuración en Dubai World, que está sin garantías y en manos de aquellos bancos que pueden considerar el impacto de no llegar a un acuerdo.

No se trata de modo injusto a los acreedores de Dubai World. Los bancos no quieren activos de una compañía con problemas. Además, apuntalar Nakheel reduce el riesgo en la región. Aunque los prestamistas, sabiendo la predisposición del Gobierno, tratarán de utilizar su veto sobre la separación de la filial para presionar por un mayor tipo de interés. Pueden tener cierto éxito.

Por Una Galani

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