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Sanidad privada

¿Me interesa hacerme un seguro sanitario?

El sector gana adeptos entre quienes buscan trato personalizado, atención rápida y mejores instalaciones

¿Me interesa hacerme un seguro sanitario?
¿Me interesa hacerme un seguro sanitario?CINCO DÍAS

Obama, Obama y Obama. En los últimos días, la prensa ha estado acaparada por la reforma sanitaria de EE UU, la gran apuesta de su presidente, Barack Obama. Los cambios en sí consisten, muy básicamente, en la universalización de los seguros sanitarios. En España, donde existe sanidad pública, universal y gratuita, no se llega a entender muy bien este debate. Pero nuestro país tiene sus propios problemas en el sistema de salud, y el modelo asegurador privado no es un actor segundón, más bien quiere tomar un papel protagonista.

En los últimos años, el sector ha crecido a ritmo de dos dígitos y, aunque la crisis haya pasado factura, el negocio de la salud sigue siendo el de más potencial para las aseguradoras junto con el de vida. El crecimiento interanual a septiembre de 2009 era de un 5,5%, según ICEA (asociación de estudios de seguros) hasta alcanzar los 6.137 millones de euros en primas (un 5,1% más que el año anterior). En 2008 había casi 10,5 millones de asegurados (1,6 millones de pólizas de subsidios por enfermedad). Una muy buena salud para estos proveedores de servicios sanitarios.

Pero con una sanidad pública tan extendida, ¿a quién le interesa tener un seguro privado? ¿Qué se busca? ¿Funcionan tan correctamente para que merezcan la pena?

Hay una inclinación por lo público para graves dolencias

Según el último Barómetro sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas, los tres aspectos en los que la privada bate a la pública, según la preferencia de los españoles, es la rapidez en la atención (64,5% frente al 29,3%), el confort de las instalaciones (57,3% contra 32,6%) y el trato (44,3% frente a 40%). Pero no gana en medios ni en tecnología, ni en capacitación del personal, ni tampoco en la información a los pacientes. Además, los españoles mayoritariamente se inclinan por lo público en el caso de una enfermedad grave, y en todos los niveles de atención, sobre todo en primaria y en urgencias. Sólo en las especialidades las elecciones están muy parejas.

Lo que se pide a las aseguradoras es sencillo. "Se busca sobre todo un trato más preferente y evitar las listas de espera de la pública", señala Pere Ibern, profesor de Economía de la Salud de la Universidad Pompeu Fabra y director de estrategia de DKV Seguros. Habitaciones individuales, calidad o inmediatez en la respuesta es lo que más se espera de la sanidad privada, según Unespa, la patronal del seguro, y "la libre elección de los médicos especialistas", se añade desde Adeslas.

El coste varía mucho según el tipo de póliza que se contrate, pero la media se sitúa alrededor de 725 euros al año por persona, explica Ibern, a los que a veces hay que sumar pequeños copagos por la consulta.

El perfil tampoco sorprende: renta media-alta, ámbito urbano y nivel educativo superior a la media, según fuentes del sector. Lo de la situación geográfica tiene su importancia, ya que la mayoría de las grandes clínicas privadas se concentran en las ciudades. "El típico cliente sería una familia con dos o tres hijos, que busca una atención rápida y confortable sobre todo en el campo de las especialidades y en los ingresos hospitalarios", señalan en Unespa.

Pero las aseguradoras también tienen que hacer frente a las quejas de los usuarios. Rubén Sánchez, portavoz de Facua, recalca antes que nada que, en general, los españoles siguen prefiriendo lo público. Sobre las clínicas privadas asegura que les llegan quejas: "Las principales reclamaciones vienen de situaciones de saturación en las urgencias, de listas de profesionales muy acotadas para determinados servicios y de deficiencias sanitarias en la maternidad cuando hay complicaciones en el parto". Aunque desde Unespa se rebate que precisamente, y desde hace muchos años, los partos son una de las mayores demandas para contar con un seguro privado.

En Facua subrayan, además, las dificultades en algunas reclamaciones cuando en una provincia no existen suficientes médicos para una especialidad: "Imagínese que durante dos años no ha utilizado su seguro, pero justo necesita un hematólogo y en su ciudad sólo hay dos, uno con lista de espera y otro que ya no presta servicio a la mutua. ¿Cómo reclamo que todo lo que he pagado durante dos años no me ha servido de nada?". Desde CC OO se pone énfasis en que todas las aseguradoras tienen servicios de atención al cliente y, en última instancia, se puede recurrir a la Dirección General de Seguros. "Se intenta dar una respuesta rápida, por la cuenta que les trae a las compañías. Aquí hay una gran competencia, con convergencia de muchos operadores", señalan desde Unespa. De hecho, alrededor de 50 aseguradoras intervienen en el sector, aunque las diez primeras cubren casi el 80% del mercado.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por su parte, denuncia que llevan años pidiendo que las primas de los seguros de salud se fijen de antemano y se revisen según un índice objetivo, para que el consumidor conozca a lo que se expone y pueda comparar unos seguros con otros. "Pero las aseguradoras se resisten, alegando que cada año ofrecen nuevas coberturas. Esta excusa valdría si los seguros rebajaran la prima cuando, por ejemplo, sustituyen tratamientos antiguos, caros e ineficaces, por otros mejores y más baratos. Pero eso no ocurre; es más, en los últimos años las primas han subido por encima del precio de los servicios médicos", se quejan.

Para evitar que cada año se cambien los servicios y que el cliente lo desconozca, hace diez días el Gobierno aprobó nuevos requisitos para las aseguradoras dentro del proyecto de Ley de Economía Sostenible, según recuerda el profesor Ibern. "La entidad aseguradora deberá informar al tomador del seguro sobre los criterios a aplicar para la renovación de la póliza y actualización de las primas en periodos sucesivos", recoge la norma. Además, desde Unespa se explica que se ha hecho un esfuerzo por la comparabilidad de los seguros con el lanzamiento de una Guía de buenas prácticas en materia de información previa a la contratación en los seguros de salud, que ya han firmado cinco entidades (Axa, Cosalud, IMQ, Aegon y Nortehispania). Además, webs como Elseguromédico.es ofrecen comparativas de pólizas.

Seguros de empresas

"El sector ha vivido en los últimos años un crecimiento que difícilmente se va a volver a repetir, gracias en parte a las pólizas colectivas, de empresas, que en el futuro se verán más limitadas por la situación económica", afirma Ibern. Hasta el año pasado, el seguro de subsidio por enfermedad para autónomos, también era otro de los productos estrella, según este directivo de DKV, pero la nueva implantación de la prestación pública por desempleo para estos trabajadores limitará su crecimiento. "Creemos que para este año, el segmento que mejor evolución tendrá será el de colectivos de empresas y pymes", auguran desde Adeslas.

Para Pedro Martínez, secretario general de la agrupación de seguros de Comfia (CC OO), las pólizas para empleados seguirán tirando del sector: "Es un beneficio para el trabajador que las empresas no suelen rescindir a pesar de la crisis, porque tienen bonificaciones fiscales muy importantes", unas deducciones que para los particulares desaparecieron. Precisamente desde la patronal se pide a la Administración esta ventaja fiscal como forma "de descargar a la sanidad pública de parte del gasto sanitario" al derivar pacientes hacia la privada desde la pública, con la que se pide una mayor colaboración mediante conciertos para descargar listas de espera.

Los conflictos por Muface. Choque en la atención a los funcionarios

Lo que para las aseguradoras ha sido una rama de negocio tradicional (desde 1976) y estable, se está convirtiendo en una especie de pesadilla. La atención médica a los funcionarios, a través de la mutualidad Muface, ha dejado de ser rentable, según el sector.A principios de año, Mapfre, Caser y Nueva Equitativa abandonaban Muface por considerar que las primas que paga el Estado por atender a los funcionarios son insuficientes para cubrir los costes. Debido a esta renuncia, 139.325 mutualistas se han visto obligados a cambiar de entidad. De éstos, Adeslas captó 60.913 nuevos asegurados; DKV, 41.334; Asisa, 33.305; el Igualitario de Cantabria, 114, y otros 3.654 optaron por pasarse a la atención de la sanidad pública, ya que la elección por Muface es optativa.La semana pasada, la aseguradora de las cajas de ahorros, Caser, se ofreció a prestar de nuevo asistencia sanitaria a los funcionarios siempre que se produzca la revisión de las tarifas. "El margen ha sido históricamente negativo", declaraba el director general de Caser, Ignacio Eyries, quien añadía que intentarán aproximarse a la nueva dirección de Muface, tras el cese de la anterior responsable. "Si quieren reconducir la situación, estaremos a su lado, porque tenemos interés en este negocio". Desde la patronal Unespa se afirma que el sistema es muy válido y satisfactorio para los funcionarios (el 87% lo elige frente a la opción pública), pero se denuncia el desfase -que puede ser de hasta 500 euros- entre el coste y lo que reciben las aseguradoras del Estado.

Las cifras

6.137 millones de euros en primas movió el sector en 2009.10,5 millones de asegurados, de los cuales 2,4 pertenecen a pólizas de empresas. 725725 euros es la prima media por un seguro individual, frente a los 437 si lo paga la empresa al empleado.

El líder: Adeslas

Ofrece un cuadro médico formado por más de 33.000 profesionales.Cuenta con 31 centros propios, cerca de 65 clínicas dentales y 11 hospitales con más de 1.000 camas.La Caixa, a través de Criteria, compró en enero la aseguradora por 1.178 millones de euros.Una de sus novedades más demandadas es el servicio telefónico de orientación médica 24 horas.

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