Los italianos acuden a las urnas para votar la gestión de Berlusconi
Alrededor de 41 millones de italianos están llamados hoy y mañana a votar en las elecciones regionales, provinciales y municipales que se han convertido en un plebiscito sobre la gestión política del primer ministro, Silvio Berlusconi.
En dichos comicios se eligen a los presidentes y alcaldes de trece regiones, cuatro provincias y 462 municipios y finalizan a las 15.00 hora local (13.00 GMT) de mañana, lunes, en que comenzará el recuento de votos cuyo resultado es considerado un importante precedente para las próximas generales de 2013.
La soleada jornada de hoy transcurre con normalidad y, aunque se espera que a última hora de hoy y mañana los italianos acudan en mayor número a las urnas, se teme que la abstención aumente en relación con el 67 por ciento de participación registrado en las europeas de junio de 2009.
La baja participación se atribuye a la indefinición de programas en la campaña electoral y a los escándalos en los que se ha visto envuelto Berlusconi.
A las 12.00 hora local (10.00 GMT) la afluencia a las urnas era del 10,3 por ciento, tres puntos por debajo de la registrada en los comicios regionales de 2005, cuando alcanzó un 13,3 por ciento.
Poco antes de mediodía Berlusconi depositaba su voto en Milán, donde dijo: "Espero que el odio no prevalezca sobre el amor, estoy convencido de que lo positivo es la mejor actitud del espíritu y que todo tiene que ir en esa dirección".
El partido del primer ministro, Partido del Pueblo de la Libertad (PDL), y el de la oposición Partido Demócrata (PD), de Pierluigi Bersani, miden sus fuerzas para la renovación del Gobierno de trece regiones, once de las cuales se encuentran en manos del centro-izquierda desde 2005.
æscaron;nicamente Lombardía y Véneto son feudos del centro-derecha, gobernados por el PDL y su aliado la federalista Liga Norte, respectivamente, partido éste último al que las encuestas prevén una tendencia alza en las regiones del norte de Italia y que podría hacerse con Piamonte.
Un resultado negativo del PDL le daría a la federalista Liga del Norte mayor influencia sobre la coalición que forma en el Gobierno, aseguran los expertos.
Los analistas apuntan que la batalla se librará por los resultados de dos regiones: Lacio y Piamonte, hasta ahora en manos del centro-izquierda, que pueden dar un giro electoral y que, sumadas a Calabria y Campania, donde los sondeos pronostican un cambio de color, "Il Cavaliere" podría darse por satisfecho con una derrota de 7-6, considerada una "victoria clamorosa".
Por su parte el PD tendría asegurada la victoria en cinco regiones: Emilia Romaña, Toscana, Umbría, Las Marcas y Basilicata, mientras sobre Liguria y Apulia pesa un interrogante.
Los analistas juegan con los resultados como si fueran quinielas. Si el resultado fuera un 9-4 se valoraría como un éxito del centro-izquierda, mientras que un 8-5 sería visto como un victoria tanto para el PDL como para el PD.
Pero se trata únicamente de suposiciones, ya que nadie sabe hasta qué punto el Gobierno ha sufrido el desgaste de los escándalos de corrupción, de sexo, de enfrentamientos con la magistratura y de supuestas conexiones con la mafia en los que se ha visto involucrado el primer ministro.
La campaña electoral ha estado marcada por una ausencia de contenidos, a pesar de que las principales preocupaciones del electorado son el paro y la economía.
A este vacío ha contribuido el que la Autoridad Garante de la Comunicación prohibiera los debates políticos en las televisiones privadas y públicas antes de los comicios.
Además, en los últimos días, la atención de los italianos se ha centrado en el escándalo de los casos de pederastia que han salpicado duramente a la Iglesia católica y al papa Benedicto XVI, un tema que les preocupa por la impronta que El Vaticano tiene en este país.