La confianza empresarial alemana toca máximos de dos años por la debilidad del euro
La debilidad del euro, que favorece a las exportaciones alemanas (el mayor vendedor del mundo), y la mejoría de las temperaturas tras un invierno plagado de lluvia y frío son los argumentos esgrimidos por los economistas ayer para justificar el repunte de la confianza empresarial en Alemania, que subió hasta los 98,1 puntos, lo que significa el nivel más alto desde junio de 2008.
Del mismo modo, el indicador que mide las expectativas de futuro también tocó máximos en tres años, lo que llevó al presidente del Instituto IFO, Hans-Werner Sinn, a señalar que "la primavera ha llegado a la economía alemana".
El aumento del índice de confianza empresarial, que se basa en las respuestas que dan unas 7.000 empresas de los sectores manufacturero, de la construcción, de ventas mayoristas y minoristas, ha tenido como protagonismo la debilidad del euro, que ayer cotizaba por debajo de 1,34 dólares, lo que suponía el nivel más bajo en diez meses. Un euro más barato favorece a las exportaciones alemanas hacia los países que no utilizan esa moneda, mientras que la mejoría del clima ha impulsado la actividad de la construcción y el consumo, que se vieron afectados por el invierno más frío en 14 años.
El frenazo sufrido por la economía germana en el último trimestre del pasado ejercicio no parece haber hecho mella en el ánimo de los empresarios. "La pausa en la recuperación alemana a comienzos del año no fue más que una situación temporal. La confianza empresarial ha subido, los pedidos y los planes de contratación están aumentando, e incluso las perspectivas de inversión están mejorando. La máquina de exportaciones de Alemania está acelerándose de nuevo", aseguró ayer Carsten Brzeski, economista de ING Group en Bruselas.
Un buen indicador de esta tendencia lo daba ayer el índice de gerente de compras de servicios, elaborado por la consultora Markit, en el que se apuntaba que el ritmo de crecimiento en mayo fue el mayor en diez años. "Parece que a un duro invierno le seguirá un buen segundo trimestre", recalcó ayer Andreas Scheuerle, economista de DekaBank.