Washington cifra el coste de la reforma sanitaria en 700.000 millones
Barack Obama canceló ayer una gira por Asia que iba a empezar el domingo para centrarse en la que se perfila como la última etapa de la aprobación de la largamente esperada y discutida reforma de la sanidad. Esta podría tener la luz verde del Congreso el domingo. El proceso legislativo se aceleró ayer después de que la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), un órgano técnico no partidario, analizara el proyecto de conciliación de unos textos ya aprobados por las cámaras y dedujese que el coste total de la reforma en 10 años será de 940.000 millones de dólares (unos 690.500 millones de euros).
Pese al gasto, a largo plazo habría considerables ahorros en la caja federal puesto que el sistema actual no hace más que encarecerse. Según el CBO, en los primeros 10 años se ahorrarán 138.000 millones de dólares y se calcula, de una manera menos precisa, que puedan llegar a 1,2 billones de dólares en la década siguiente. El demócrata Steny Hoyer, dijo que esta reforma "permitirá la mayor reducción en el déficit desde 1993", cuando Bill Clinton subió los impuestos.
La ley obliga a 32 millones de personas que actualmente no tienen seguro a que lo tengan. Y serán privados porque, pese a los intentos de los legisladores más progresistas, no hay una opción de seguro público para competir con las firmas privadas. Lo que esta ley establece, y de ahí parte de los gastos, son ayudas fiscales para poder contratar estos seguros y expandir el Medicaid (un programa estatal para proveer servicios de salud a las personas de rentas bajas). Los ahorros llegarán de las rebajas en el crecimiento de los costes del Medicare (programa estatal para mayores de 65 años), además de nuevas comisiones e impuestos.
El Partido Republicano se opone en bloque, a esta reforma tan necesaria como polémica, y está buscando la forma de detenerla incluso a nivel local. Puesto que ha sido imposible ni una adhesión de la minoría conservadora, la Cámara de Representantes usará una táctica parlamentaria el domingo para votar el proyecto de ley ya aprobado por el Senado que no requiere una abultada mayoría (solo 216 votos). En vez de pronunciarse sobre el proyecto original, votarán las reformas a este ya pactadas en los últimos días (que es lo que ha analizado la CBO). Luego, el Senado aprobará esta conciliación con otro procedimiento que teóricamente solo se usa para enmiendas presupuestarias y exige 51 votos, un número cómodo para los demócratas. Ya cerrada la votación, Obama firmará el mayor cambio en la sanidad desde los sesenta.