El Banco de Japón mantiene los tipos de interés en el 0,1%
El Banco de Japón (BOJ) decidió hoy mantener los tipos de interés en el 0,1% y anunció más medidas de relajación monetaria para luchar contra la deflación, principal amenaza para la recuperación económica nipona.
Al término de una reunión de dos días celebrada en Tokio, el comité monetario de la entidad emisora nipona acordó por unanimidad dejar el tipo de interés interbancario en el bajísimo nivel del 0,1%, en el que permanece desde diciembre de 2008.
Pero, como también esperaban los analistas, el BOJ anunció hoy la extensión y expansión de una línea de crédito a bajo interés que introdujo en diciembre pasado con el fin de garantizar liquidez al sistema financiero, que tenía una vigencia de tres meses.
Ese programa de crédito, por 10 billones de yenes (80.507 millones de euros), será duplicado hasta los 20 billones de yenes (161.014 millones de euros), con la finalidad de fomentar un descenso en los tipos de interés a largo plazo, explicó el BOJ en un comunicado.
Estará además en vigor durante otros tres meses -tenía previsto su conclusión a finales de marzo- y permitirá ofrecer préstamos a los bancos de 800 millones de yenes (6,42 millones de euros) en cada operación.
Esa nueva inyección de liquidez al sistema financiero, destinada en último término a luchar contra la caída de los precios en Japón, fue decidida por mayoría de los miembros del BOJ, aunque no por unanimidad, según precisó la entidad.
Además, el BOJ mantuvo hoy su evaluación sobre la situación económica de Japón, que considera se está "recuperando" gracias a la mejora del consumo privado, las exportaciones y la producción, aunque volvió a alertar sobre la amenaza de deflación.
"El Banco reconoce que el reto crítico para la economía japonesa es superar la deflación y retornar a un ritmo de crecimiento sostenible con estabilidad de precios", indicó el BOJ.
En 2009, los precios cayeron en Japón un 1,3% y el Ejecutivo nipón lleva presionando desde hace tiempo al Banco de Japón para que tomase medidas más decisivas de relajación monetaria con el objetivo de atajar la amenaza de deflación.
La caída de los precios está instalada en la economía nipona desde hace once meses y el Banco de Japón cree que podría prolongarse durante tres años.