La fórmula del brebaje griego
Bruselas comprobará hoy y mañana que Grecia se ha tomado los primeros bidones del brebaje fiscal que le recetaron el mes pasado para fortalecer las anémicas cuentas públicas del país. La fórmula del ungüento impresiona. Y España debería seguir muy de cerca los efectos del potingue, porque probablemente tendrá que tomarse uno muy parecido.
Primero, dos gotas de IVA (hasta el 19%) que reportarán a las arcas del Estado griego 1.300 millones de euros.
Segundo, incremento de los impuestos especiales en carburantes, electricidad, tabaco, alcohol y productos de lujo para recaudar 1.100 millones de euros.
Tercero, recorte del salario a los funcionarios (que pierden una paga extra y varios complementos) y congelación de las pensiones, para ahorrar 1.700 millones de euros.
Cuarto, recorte de 500 millones de euros en el programa de inversiones públicas y de 200 millones en el presupuesto del Estado para educación.
Total, 4.800 millones de euros para dejar el déficit público en 8,7%. Todo de una vez en 2010 (año en el que España tiene previsto cerrar con un déficit del 9,8%). Y la receta para los próximos años quizá sea aun más agresiva.
La composición del medicamento parece pensada para maximizar los efectos. La subida de la luz (2,5 euros por megawatio/hora para las empresas; el doble, para los particulares), por ejemplo, será muy efectiva, según Bruselas, porque se recaudará a través de la factura de los abonados. Así que los 250 millones de euros de euros previstos es una estimación "realista", según la CE. Tampoco parece que los funcionarios se puedan escapar. Y sobre el recorte en educación, la CE anota que el Gobierno tiene potestad para cancelar los incrementos previstos, así que...
La subida del tabaco y el alcohol, sin embargo, puede "tener un impacto significativo en la demanda y generar menos ingresos de lo esperado [300 millones de euros]". Habrá que ver si los griegos hacen honor a su fama de fumadores empedernidos.
Y queda esa supuesta subida impositiva de los productos de lujo, aplicable a yates, coches de más de 35.000 euros, etc.). Bruselas reconoce que "la falta de información no permite hacer una evaluación detallada". Aunque añade, ¿aliviada?, que "el ingreso adicional estimado es bastante pequeño [100 millones de euros]", así que poco importa si se cumple o no. Da la impresión, de que esa medida no es más que el excipiente necesario para que la clase media griega se tape la nariz, abra la boca y trague. Unos se consolarán pensando que es por su bien y otros, resignados, admitirán que, en parte, se lo han buscado. Ahora sólo cabe esperar que la pócima no les reviente.
Foto: Oil barrils, obra de Christo, en el museo Würth de Logroño hasta el próximo 10 de mayo (B. dM., agosto 2009).