Modernidad entre monumentos
Estambul es todo contrastes. Los templos centenarios conviven con la ingeniería puntera a nivel global
A los habitantes de Estambul, famosos en Turquía por su carácter orgulloso y abierto, les gusta recordar a los turistas que su ciudad viene siendo un asentamiento humano desde hace al menos cuatro milenios. Sin embargo, los rastros arquitectónicos de los muchos imperios que han ocupado la urbe no permiten remontarse más allá de la respetable edad de 2.000 años. ¿Se trata, pues, de una fanfarronada? ¿Dónde están las evidencias que sustentan dichas proclamas? La respuesta es reciente: en el fondo del mar.
Paradójicamente, la modernidad y la antigüedad se entrelazan en la antigua Constantinopla hasta el punto de que han tenido que ser las obras de construcción del que será el mayor túnel sumergido para metro del mundo -el que conectará el lado europeo de la ciudad con el asiático- las que han sacado a la luz restos humanos datados no hace cuatro sino ocho milenios, lo que ha hecho reescribir la historia de la ciudad, Capital Europea de la Cultura 2010.
El descubrimiento de dichas piezas, 500 de las cuales fueron expuestas en el Museo Arqueológico de Estambul durante el año pasado, ha ralentizado notablemente el proyecto Marmaray (recibe el nombre del mar de Mármara y de ray, raíl en turco), cuya finalización está ahora mismo programada para finales de 2013. Hallazgos, por cierto, que no se limitan a herramientas y ánforas, sino que incluyen 33 barcos.
Las obras del mayor túnel sumergido del mundo han revelado que la edad de la ciudad alcanza los 8.000 años
Efectivamente, el enclave geográfico de Estambul ha hecho de la ciudad un emplazamiento atractivo a lo largo de milenios tanto por motivos geoestratégicos (domina el estrecho del Bósforo, acceso al mar Negro) como económicos (las corrientes que juntan el Mediterráneo con el Negro garantizan una pesca fácil y abundante). Gracias a ello, griegos, persas, macedonios, romanos y turcos han configurado el actual paisaje de una de las ciudades más bellas del mundo. La peculiar forma abovedada de las mezquitas otomanas, inspirada en las iglesias bizantinas, y los minaretes de estilizada forma conviven hoy en el skyline con los rascacielos del distrito financiero, así como con el puente de Atatürk que comunica por carretera los extremos europeo y asiático de la ciudad. Las llamadas a la oración que preceden a los cinco rezos del día pueden coincidir en las tiendas o bares de Istiklal, el barrio de moda, con el último grito en música electrónica o con una sintonía de móvil que reproduzca el último éxito de Beyoncé.
Turquía en general y Estambul en particular son destinos turísticos boyantes en Europa, de los únicos que seguirán creciendo a pesar de la crisis del sector. Así lo avalan los 27 millones de turistas que visitaron el país en 2009, según datos de la Oficina de Turismo.
Capital Europea de la Cultura 2010
Y por si fuera poco, es este año Capital Europea de la Cultura. Lo cual no hace más que ampliar la inmensa oferta turística de la ciudad. Las imprescindibles visitas a la Mezquita Azul y la Iglesia de Santa Sofía y los muy recomendables paseo en barco por el Bósforo y panorámica desde la torre Gálata seguirán presidiendo el ranking de prioridades de todo visitante. Eso sí: los que encuentren fuerzas una vez superadas las actividades obligatorias se podrán deleitar con una inmensa oferta de conciertos, pases cinematográficos y exposiciones temporales (para consultar fechas y horarios, www.istanbul2010.org).
Un proyecto faraónico para la antigua ciudad de los sultanes
El proyecto Marmaray pretende unir por metro Europa con Asia. El túnel sumergido mide 1,4 kilómetros y en su punto más profundo se encontrará a 56 metros bajo el mar.La construcción del túnel se está realizando en módulos flotantes de unos 100 metros de longitud, que se unen luego en los puntos de las profundidades donde previamente se ha excavado y acondicionado el terreno.Los primeros estudios de terreno se efectuaron en 1985. El proyecto se volvió a evaluar a finales de los años noventa, hasta ser aprobado en 1999. Las primeras perforaciones comenzaron en 2002 y, debido en parte a las tres veces que se han tenido que detener las excavaciones por hallazgos arqueológicos, las autoridades estiman que se acabará en 2013.
Guía para el viajero
Cómo irIberia (902 400 500, www.iberia.com) tiene actualmente vuelos directos a Estambul a partir de 224 euros. Turkish Airlines (902 111 235, www.thy.com), aunque sólo vuela desde Madrid y Barcelona, es una buena alternativa que por precios similares -si se compran los billetes con tiempo- ofrece servicio de catering gratuito en sus vuelos. Especialmente recomendable para los culés, ya que como espónsor del F.C. Barcelona ofrece tras la película documentales de estrellas presentes y pasadas del conjunto hexacampeón.Donde comerEn una ciudad como Estambul, las vistas son tanto o más importantes que la propia comida. Por eso recomendamos el restaurante Leb-i Derya, que da al Bósforo (Kumbaraci Yokusu Kumbaraci Han 115, 902 122 934 989, info@lebiderya.com), y en el que es imprescindible reservar. Para cocina típica turca, con especialidad en pescado, destaca el Sofyali (Asmacilimescit Sofyali Sok 9, 902 122 450 362).Para salirLos bares de la calle Istiklal tienen un aire a los de Chueca en Madrid o el Gótico de Barcelona. Otra opción más exclusiva es el moderno restaurante-club Reina (www.reina.com.tr), frecuentado por las celebridades locales y situado a pie del Bósforo.