Una historia americana
El matrimonio de Phil y Wendy Gramm sería un buen hilo conductor para la historia del capitalismo estadounidense de los últimos decenios. Phil es actualmente senador republicano por Texas, pero su carrera política es dilatada. Empezó a principios de los 80, cuando como congresista promovió el programa económico -bajadas de impuestos y aumento del gasto militar- de Ronald Reagan.
Justo cuando el ex actor fue relevado por su vicepresidente, George Bush padre, la mujer de Phil, Wendy Gramm, fue elegida como responsable de la CFTC, comisión supervisora de los mercados de derivados. Estuvo en ese puesto hasta 1993, cuando Bill Clinton llegó a la presidencia de Estados Unidos, y poco después la "Margaret Thatcher de la supervisión financiera", como la denominó el Wall Street Journal en 1999, pasó a formar parte del consejo de administración de Enron, empresa que, entre otras cosas, se dedicaba con profusión a la comercialización de derivados sobre energía.
Sabido es que la llegada de los demócratas a la Casa Blanca no se notó demasiado en la regulación financiera. Antes al contrario; mientras Wendy trabajaba para Enron, Phil promovía dos leyes de gran relevancia hoy en día: la Gramm-Leach-Bliley Act, que derogó la Glass-Steagall de 1933 que separaba banca comercial, banca de inversión y actividades de seguros. Dicha norma también estableció que los swaps no estarían sujetos a supervisión de la SEC. En 2000 Gramm promovió la Commodity Futures Modernization Act, que expresamente sacó los derivados OTC del ámbito regulatorio de la CFTC. Aun en 2008, Phil Gramm seguiría siendo consejero del candidato John McCain.
El papel de la desregulación total del sector financiero en la crisis está más o menos claro a día de hoy, pero no por ello resulta menos curioso comprobar cómo se armó la bomba de relojería que estalló hace dos años. nrodrigo@cincodias.es