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Tribuna
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'Exire': cómo salir de la crisis moral y económica

Un famoso fabricante de coches acaba de introducir en el mercado un nuevo modelo que, rompiendo todos los esquemas tradicionales, ha llamado con una palabra latina, Exeo, como subrayando la necesidad de impulsar nuevos modelos para salir del círculo actual. De hecho, la palabra exeo deriva del verbo latín exire, salir de...

El día 11 de diciembre, la Conferencia Episcopal Española presentó la Declaración ante la crisis moral y económica, que además de ofrecer una profunda reflexión sobre dicha crisis, constituye una llamada a las comunidades cristianas y a todos los hombres y mujeres que lo deseen a unirse en un compromiso decidido para salir de la crisis.

Los obispos declaran que la situación en la que nos encontramos tiene su origen en la pérdida de valores morales, la falta de honradez, la codicia y la carencia de control de las estructuras financieras.

Con nuestra reflexión, queremos subrayar la enorme importancia que asumen los valores morales en la economía, y la necesidad actual de volver a utilizar modelos económicos en los que vuelvan a dominar los valores morales. Sólo así el sistema económico podrá recuperar la confianza perdida. En efecto, como subraya el premio Nobel de Economía Amartya Sen, los códigos morales son parte integrante del funcionamiento económico y pertenecen de manera destacada a los recursos sociales de una comunidad.

Básicamente, el proceso económico se fundamenta en el acuerdo entre dos partes para intercambiar algo. El intercambio, sin embargo, implica necesariamente unas condiciones físicas -la presencia física del bien o servicio que se intercambia- y unas condiciones psicológicas, como la voluntad de intercambiar y la voluntad de respetar el acuerdo. Y es precisamente aquí, en el campo de las condiciones psicológicas, donde tienen que intervenir los valores morales.

Son cada vez más los economistas que coinciden en señalar la importancia de los valores morales en la economía, poniendo de relieve que los valores afectan a los siguientes campos: proceso estratégico; ética empresarial; proceso operativo; conflictos y relaciones interpersonales; calidad de las relaciones de trabajo; elección de la carrera y progresión, y motivación e implicación de los trabajadores.

Uno de los padres de la teoría de la organización, Chester Barnard, ya señaló 1962 que "las organizaciones perduran en proporción a la amplitud de la moral que las dirige. Las bases para una cooperación duradera son las previsiones, los objetivos a largo plazo y, sobre todo, los altos ideales". Afirmó además que la clave del éxito (palabra que también se relaciona con el latín exire) consiste en transmitir a los empleados un sentimiento de pertenencia a la empresa y fuertes valores éticos.

Los valores éticos son la base para construir la confianza, y tenemos que volver a ellos si, de verdad, queremos salir de la crisis. La confianza no es algo que ocurre por casualidad, sino que la creamos nosotros mismos a través de nuestras relaciones, incluyendo las relaciones en los negocios. Como justamente afirma el gran filósofo de la empresa Robert Salomón, la confianza representa la virtud empresarial esencial; la virtud sin la cual no podrían darse los negocios, ni sociedad civilizada alguna.

Por eso, muy sensatamente, los obispos españoles invitan a volver a modelos económicos basados en valores morales, ya que, como afirma Benedicto XVI en su encíclica Caritas in Veritate, "el desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y hombres políticos que vivan fuertemente en su conciencia la llamada al bien común". Demandan además un mayor compromiso en el mundo de la educación y en la vida publica, para erradicar la corrupción, la ilegalidad y la sed de poder.

Por tanto, la actual crisis nos invita a exire, a salir de los esquemas de las escuelas económicas utilitaristas, y a adentrarnos en los esquemas de las escuelas de economía solidaria, revitalizando la figura de la persona humana y enfocando, sobre todo, la necesidad de los valores morales para alcanzar el bien común. Porque éste sólo se puede conseguir cuando todas las personas disfrutan de los beneficios de la obra común. Y en esta perspectiva, los valores morales proporcionan la base necesaria para que todos los agentes económicos se entreguen al objetivo de alcanzar el bien común.

Esperamos que todo esto nos conduzca al exitus (éxito) y nos libre del exitium (ruina). Como decía Martin Luther King, "todavía estamos a tiempo de escoger: la coexistencia o la aniquilación total. æpermil;sta será la última alternativa del genero humano: caos o comunidad".

José de Rafael. Director general de la Asociación Española de Consultoría*

*Artículo elaborado por Salvatore Moccia (profesor de la Universidad CEU, Cardenal Herrera) y Tomás Trigo (profesor de la Universidad de Navarra), coordinados por José de Rafael

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