Salgado defiende como un mal menor el alza del impuesto sobre el valor añadido

El aumento del IVA previsto para julio no tiene marcha atrás. Lo dejó ayer claro en el Congreso la vicepresidenta Elena Salgado, para quien recurrir a una reducción extra del gasto público o a tocar el IRPF tendría consecuencias negativas. En su opinión, compensar con una reducción del gasto público lo que el Gobierno espera recaudar por la subida del IVA a partir de julio detraería dos décimas de PIB (2.000 millones). Peor sería, argumentó Salgado, tocar el IRPF, pues esta medida mermaría el consumo. En suma, el Gobierno no se plantea dar marcha atrás en el aumento del IVA previsto para el verano, pese a los males que le viene vaticinado el PP.

El portavoz adjunto de Economía del Grupo Popular, Álvaro Nadal, mantuvo que esta subida tendrá "efectos recesivos" sobre la economía porque se reducirá el consumo y la inversión. La experiencia cosechada en 1992 y 1995, recordó Nadal, aconseja no esperar grandes efectos recaudatorios con esta subida, más bien al revés. "Lo único que generan las subidas de impuestos son parados", advirtió el diputado, enfatizando los efectos contraproducentes sobre la actividad en general y sobre la inflación, los márgenes empresariales, las exportaciones y el sector turístico, en particular. Además, advirtió de que hay muchos contratos indexados al IPC, con el efecto dominó que ello puede acarrear.

En breve, el gran debate económico entre el Gobierno y el PP se trasladará al ámbito autonómico una vez que el Consejo de Política Fiscal y Financiera tome nota del ajuste fiscal que el Gobierno se propone endosar a las comunidades. Aunque todavía no está convocada formalmente esta reunión, en el PP ya se hacen análisis sobre lo difícil que va a ser que las regiones asuman los planes del Gobierno teniendo en cuenta que algunas de ellas como Cataluña cuentan con un déficit del 3,2% este año.

Consciente de que el debate con las comunidades será a cara de perro, Salgado emplazó al PP a "encabezar la manifestación" para reducir el gasto autonómico y volvió a recordar el elevado endeudamiento del Ayuntamiento de Madrid o de la Comunidad Valenciana. Algo se está avanzando, admitió, pues el esfuerzo regional la contención del gasto, visible en el último trimestre, hará que el déficit sea algo menor que el de las previsiones oficiales.