Infiniti se adapta a Europa
La nueva berlina M y las mecánicas diésel permitirán a la marca de lujo de Nissan competir en igualdad de condiciones
Hasta ahora Infiniti ha sido una marca casi desconocida en España. No obstante, recientemente se ha hecho popular en los medios de comunicación por tratarse del automóvil elegido por un político valenciano cuya honradez ha sido puesta en duda. Desde la marca afirman que nunca es agradable aparecer en medio de tramas presuntamente oscuras, pero también reconocen que les ha servido para darse a conocer.
El origen de Infiniti es el mismo que el de Lexus o Acura: las tres fueron creadas como divisiones de lujo de Nissan, Toyota y Honda respectivamente, para competir en el mercado estadounidense. En 2009 Lexus vendió allí 215.975 automóviles; Acura, 105.723, e Infiniti, 81.089 unidades. En el mercado americano Infiniti está bien instalada y goza de un reconocido prestigio gracias a sus modelos con motores V6 y V8 de gasolina, y su modelo más vendido es la berlina deportiva G37. Un 71% de las ventas mundiales de Infiniti se realizan en EE UU. En todo el mundo alcanzaron las 112.000 unidades, muy por debajo de las 147.000 de 2008. En 2009 sus otros grandes mercados internacionales fueron Oriente Próximo, con 6.300 unidades, y Rusia, con 5.000 unidades. En Europa Occidental se instalaron en 2008 y el año pasado sólo comercializaron 2.000 unidades, siendo España, con 523 coches, el más importante. Como es fácil imaginar, el objetivo de la división de lujo de Nissan es implantarse en Europa con unos volúmenes destacables. Hasta ahora en el Viejo Continente han vendido sobre todo el llamativo todocamino FX, del que se matriculan más de 11.000 unidades anuales en EE UU. Según fuentes de la empresa en España, el coche que los clientes más han dejado a cambio en el concesionario, a la hora de llevarse un FX, ha sido el Porsche Cayenne. Conscientes de que en Europa y España los motores diésel son imprescindibles, Infiniti lanzará en 2010 dos novedades de gran importancia. El nuevo motor 3.0 V6 tubodiésel es la primera de ellas, y la nueva berlina M será la segunda.
Los diseñadores han buscado una línea deportiva y fluida, con cierta forma cupé y un capó trasero muy corto. Es bastante largo, con casi 5 metros, y muy aerodinámico. También puede presumir de ser técnicamente bastante avanzado, hasta el punto de que alguno de los sistemas que incorpora es una novedad mundial. Es el caso del sistema de intervención en el ángulo muerto, que no sólo avisa, sino que actúa sobre la dirección para prevenir que el coche gire hacia donde hay otro vehículo. Otras muestras de su nivel tecnológico son el selector Infiniti Drive (con opciones de modos eco y sport), la dirección a las cuatro ruedas (opcional) o el sistema activo de control de ruidos. La gama estará compuesta por tres ofertas mecánicas: 3.0 V6 d, 3.7 V6 de 320 CV y un 3.5 V6 híbrido diésel que llegará en 2011. El resto, a la venta en septiembre.
A partir de junio, EX y FX turbodiésel
Los crossovers serán los primeros modelos de Infiniti que emplearán mecánicas de gasóleo. El diésel es el primero en los 20 años de historia de la marca, y ha sido desarrollado por la alianza Renault-Nissan. De hecho, se fabrica en Cléon, a unos 100 km de París. Desarrolla 238 CV y unos poderosos 550 Nm de par máximo, que permiten a EX pasar de 0 a 100 en sólo 7,9 segundos, y al FX, en 8,3 segundos. No obstante, el refinamiento y la suavidad de funcionamiento ha sido el objetivo fundamental. El ralentí es excepcionalmente bajo, y aseguran que a sólo 650 rpm no produce ninguno de los ruidos y vibraciones asociadas a los motores diésel. En los modelos EX y FX irá asociado, de serie, a un cambio automático de siete marchas. Para el FX se anuncia un consumo de sólo 9 litros a los 100 km. El EX compite con coches como el BMW X3 o el Audi Q5, mientras que el FX rivaliza con el BMW X5, el Mercedes ML, el VW Touareg o el Porsche Cayenne.