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Puntos fuertes

Citroën intenta hacer frente a la crisis del sector

La automovilística genera 36.000 empleos directos e indirectos.

Era la última marca automovilística afincada en territorio español que no había recurrido a los ERE desde que el sector se sumió en la crisis. Por eso, y porque Galicia es una comunidad volcada en el sector de la automoción, la noticia cayó como una bomba: la planta de Vigo de PSA Peugeot-Citroën, la empresa más grande de Galicia, prescindirá este año de 700 trabajadores temporales.

Según anunciaron representantes de la factoría viguesa hace dos semanas, los despidos responden a la caída de la producción del 40%, centrada sobre todo en el sistema dos -el encargado de fabricar los monovolúmenes Picasso-.

Los sindicatos temen los efectos que pueda tener la contracción de la producción en la industria de componentes. Y es que las cifras hablan por sí solas: el sector de la automoción, contando a las auxiliares, aglutina a 82 empresas en Galicia que generan, con PSA-Vigo a la cabeza, más de 26.000 empleos directos y unos 10.000 indirectos, según datos del Cluster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga).

El sector mueve 7.500 millones de euros al año, supone el 16% del PIB gallego y el 27% de sus exportaciones. De ahí que su bienestar sea imprescindible para la estabilidad económica de la región.

Así, el responsable de la sección gallega de automóvil de MCA-UGT y miembro del comité de empresa de PSA, Rubén Pérez, dijo el pasado lunes en rueda de prensa que la caída de producción en la industria de componentes oscilará entre el 18% y el 40%, según el nivel de dependencia de PSA. Y eso podría traducirse en más despidos. Según Celso Carnero, responsable de automoción para Galicia de CC OO, el goteo acaba de empezar: el grupo Antolín, que produce piezas para el Picasso, ya ha puesto sobre la mesa 18 expedientes de extinción de empleo, lo que supondría una reducción del 35% de la plantilla.

En cuanto a los 700 despidos de Citroën, los sindicatos abogan por los ERE de suspensión rotatorios en vez de despidos, ya que entienden que la caída de producción es coyuntural y se recuperará en el tercer o cuarto trimestre. "Habría que planificar la producción de manera más homogénea. No podemos dejar que la guerra de precios recorte empleos", espeta Carnero.

El último bastión

PSA Vigo consiguió en 2009 evitar la aplicación de un ERE gracias a un acuerdo con el comité de empresa y, sobre todo, a un pedido extraordinario que reequilibró las previsiones de producción. Se convirtió así en la única factoría de motor de Europa que no presentó un expendiente.

Asimismo, PSA Peugeot-Citroën está estudiando un plan de inversiones propuesto por la factoría viguesa por valor de 1.000 millones de euros que servirían para fabricar nuevos modelos e impulsar los actuales.

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