Hay señales de mejora en las TIC
Cebit, la feria tecnológica más importante de Europa y una de las señeras del mundo, está permitiendo atisbar ciertas dosis de mejora en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y ya para este año. De cumplirse la expectativa, será una excelente noticia, porque la evolución del las TIC equivale a un indicador adelantado. El sector -como bien apuntó el presidente de Telefónica, César Alierta- es clave para salir de la recesión. Y el directivo fue claro al anunciar que "lo peor ya ha pasado" para las operadoras de telecomunicaciones. Ese análisis parece estar bien encaminado, a tenor del movimiento que se recoge estos días en el encuentro empresarial de Hannover. Allí se ven cifras esperanzadoras para una actividad que es punta de lanza de la economía.
Las perspectivas de mejora que se auguran para la industria TIC han ido de la mano de un apoyo político al más alto nivel al Cebit. La canciller alemana, Angela Merkel, se ha paseado por Hannover acompañada por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. La ocasión lo merecía: España es el país invitado en esta edición, y la industria nacional ha contestado a la llamada con más de ochenta expositores, que confían en aprovechar el tirón de la demanda esperada ya incluso para este año. Es una estupenda aportación si se compara con la media docena escasa de representantes empresariales del año pasado.
Es deseable que la presencia de las empresas tecnológicas españolas se consolide tanto en el Cebit como en otras ferias internacionales de alto nivel. Es lo más natural si se considera el avance tecnológico experimentado por muchas empresas nacionales, grandes, medianas y pequeñas, tanto en producto y servicio como en sus desarrollos en los mercados de los cinco continentes. Telefónica e Indra, por citar sólo dos de los ejemplos más destacados, han confirmado una vez más en el certamen de Hannover la voluntad y la capacidad de España para competir en alta tecnología de tú a tú y en cualquier país. Una buena muestra es que la tecnología de la compañía que preside Javier Monzón servirá para gestionar la totalidad del tráfico aéreo en Alemania.
Las empresas españolas pisan firme, con éxito y sin complejos, desde hace tiempo en sectores altamente sofisticados. Su presencia en los salones internacionales, donde además de clientes se gana imagen y proyección hacia nuevos mercados, tiene que ser creciente. Otros certámenes, como el exitoso Mobile World Congress que se celebra en Barcelona, han demostrado también la capacidad de la industria española. Ahí es donde la Administración debe hacer una labor de impulso, creando un marco que facilite esa proyección que, al final, se traducirá en más y mejor empleo.