Empleo: mejora el coyuntural, empeora el estructural
Los datos sobre el empleo registrados en febrero revelan un comportamiento coyuntural menos contractivo que en los meses anteriores, pero se mantiene la tendencia estructural de ajuste del factor trabajo, coherente con la tendencia de la actividad económica, cuyo ajuste seguramente no ha terminado.
El paro registrado aumentó en febrero en 82.132 personas, fundamentalmente concentrados en el sector de los servicios y en el colectivo de jóvenes sin empleo anterior. En la industria y la construcción persiste el lento aumento del paro registrado, pero más atenuado que en meses anteriores. La Seguridad Social, que habla de empleo y no de paro, registró un repunte nominal de 26.340 cotizantes, pero que cambia de signo a un descenso de 31.600 afiliados si se analizan los datos de forma desestacionalizada (corregidos los efectos estacionales del calendario), que refleja más fielmente la tendencia real del empleo.
Un análisis detallado de la evolución de los cotizantes a la Seguridad Social en febrero revela que el repunte de la afiliación se concentra en actividades coyunturales, como la hostelería, la construcción o los servicios educativos, y en cantidades ciertamente modestas. Sin embargo, como en meses anteriores, prosigue la pérdida de pulso del sector del comercio minorista (pierde 16.000 cotizantes en febrero) en un goteo estructural que acumula casi una sangría de cien mil cotizantes en doce meses. Este comportamiento es propio de una fase contractiva de la actividad, aunque se detecta cierta moderación ya en las variables, como síntoma de agotamiento del proceso contractivo. No obstante, da la impresión de que se mantendrá unos cuantos meses más pese a que el Producto Interior Bruto puede entrar en fase positiva en el primero o en el segundo trimestre del año. En tasa interanual la pérdida de cotizantes de la Seguridad Social sigue siendo de un 3%, con un 3,5% entre los asalariados, y no es fácil volver a tasas positivas en un periodo muy corto. De hecho, estas tasas de ajuste son mucho más elevadas que las registradas en la primera mitad de 2008, cuando la crisis ya se había desatado pero no se cebaba en la ocupación.
Llama también la atención la evolución de los costes de la protección por desempleo en enero, facilitado también por Trabajo. El coste mensual se acerca ya a los 3.000 millones de euros (2.923 millones), con un avance de aún un 16% sobre el registrado en enero de 2009. Este salto se ha producido fundamentalmente por la irrupción masiva de perceptores de subsidio en enero: han pasado de 603.000 en enero de 2009 a 1,24 millones en enero de este año; en cuanto al gasto ha pasado en un año de 300 millones de euros al mes a los 596, un 94% más. Este repunte se produce por el agotamiento de la prestación contributiva de las personas con cargas familiares, que se reenganchan en el subsidio, así como la llegada de trabajadores con periodos de cotización muy cortos.