Aeropuertos: control a todos
Que a un ciudadano le obliguen a abrir la maleta en un control de un aeropuerto para comprobar si cumple con las medidas de seguridad no tiene nada de particular. A menos que dicho viajero sea el presidente de la compañía aérea en la que se dispone a tomar el vuelo. Esto le pasó recientemente al máximo directivo de una aerolínea española, que comprobó en sus carnes hasta qué punto resultan incómodas para el pasajero de a pie dichas medidas. El presidente se enojó bastante con el personal de seguridad, aseguró -ante la sorpresa del resto de pasajeros del aeropuerto- que los controles han de dirigirse a los viajeros potencialmente peligrosos y que las incomodidades que se generan al público no hacen sino restar competitividad al transporte aéreo. "Me están quitando pasajeros de mi negocio", dijo.