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Expansión internacional

Churros y porras salmantinas, la última moda en EE UU

Una pequeña empresa salmantina ha logrado que los populares churros y porras, tan característicos de los desayunos y meriendas españolas, triunfen en Estados Unidos, aplicando a una receta centenaria nuevas técnicas de congelación.

Y es que tras muchos años de "peleas y devaneos de cabeza", el propietario de "Churros Casimiro", José Luis Moreno, ha visto compensado su trabajo con la llegada a distribuidores estadounidense de "un producto tan nuestro", según ha explicado a EFE.

Cerca de un siglo de trayectoria profesional ha llevado a los responsables de esta empresa a pasar de un pequeño establecimiento de barrio en la capital salmantina a desarrollar un sistema de envasado de estos postres que está consiguiendo una demanda que ha superado las expectativas de su promotor.

Después de años "de pelearme con la Administración y con las trabas de Sanidad", ha comentado Moreno, consiguió los permisos necesarios para poder sacar al mercado, con una fórmula de ultracongelado los "churros de toda la vida", que elaboran desde que comenzó su abuelo "en esto hace casi cien años".

El éxito de esta experiencia radica, en opinión de su promotor, en que "es algo diferente a lo que se ha hecho hasta ahora, ya que lo que se presenta en general es la masa del churro precocinada y luego hay que continuar su proceso, seguir friéndolo".

En este caso, sin embargo, los churros se presentan en bolsas de congelados y "están completamente terminados", por lo que sólo hay que calentarlos en el microondas o en una tostadora.

Moreno decidió contactar con distribuidores internacionales y presentarles el producto, por lo que ahora sus churros se venden en Estados Unidos, principalmente en el estado de New Jersey a un dólar (0,70 euros) por unidad.

Pese a las exigencias de las autoridades estadounidenses, confiesa que no ha tenido problemas para hacer entrar este producto en el país, pues, al presentarse ultracongelados y fritos con anterioridad a 200 grados, "no tiene por qué haber ninguna traba".

El responsable de la churrería incide en que se trata de un producto "cien por cien natural", ya que los únicos ingredientes que contienen los churros son harina de trigo de buena calidad, agua, sal y aceite de girasol, para hacer una masa que posteriormente se fríe.

La calidad de estos postres ha sido reconocida internacionalmente, aunque Moreno reconoce que está costando "un poco" introducirlos en el mercado español "porque somos reticentes a las novedades, nos cuesta mucho probar algo nuevo".

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