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Tribuna
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'Cloud', un modelo de ahorros y costes

El cloud computing está cambiando la naturaleza del suministro de las tecnologías de la información (TI) dentro de la empresa y, con ello, la infraestructura global de los modernos centros de datos. Es precisamente la combinación de la virtualización de aplicaciones, servidores, redes y almacenamiento, lo que está permitiendo desarrollar modelos de negocio con los que -en muchos casos, por primera vez- los proveedores de servicios pueden ganar rentabilidad. De hecho, la eficiencia del cloud supone el ahorro de cientos de miles de euros.

Pero, ¿qué se necesita para poder explotar al máximo el potencial del cloud? Fundamentalmente, debemos modificar la forma en la que las aplicaciones y los datos son suministrados, gestionados y financiados dentro de una empresa. En el área de almacenamiento, por ejemplo, los nuevos modelos de capacidad bajo demanda permiten a las empresas pagar únicamente por la capacidad que utilizan, y no sobredimensionar sus entornos como era frecuente en el pasado.

Las arquitecturas cloud descansan a partes iguales sobre tres elementos básicos: estandarización, virtualización (de servidores, almacenamiento…) y eficiencia (de los activos, en los gastos operacionales…). Frente a una configuración tradicional, un entorno cloud puede suponer un ahorro energético y de espacio superior al 60%; los tiempos de operación se pueden llegar a reducir en un 80%, y con ello, se reduce también la carga de trabajo administrativa.

La gestión unificada de todo el entorno cloud (sistemas, máquinas virtuales, almacenamiento…) es también un elemento crítico, con el objetivo de mejorar la visibilidad sobre los servicios, monitorizar el rendimiento y automatizar el provisionamiento de los equipos. La protección de datos integrada contribuye a una significativa eficiencia, con ahorros de hasta el 75% en Capex y Opex. Mediante la implementación de catálogos de servicios, es posible incluso medir los niveles, costes y velocidad que nos ofrece nuestro departamento de TI interno y que nos ofrecen los proveedores de clouds públicos, permitiendo valorar ambas alternativas.

El cloud computing, en definitiva, permite desarrollar una estrategia para la gestión global de los servicios de negocio que reduce el riesgo de las inversiones en TI, disminuye los costes operacionales y mejora los tiempos de implantación.

Ricardo Maté. Director general de NetApp Iberia y director de la región Mediterráneo

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