_
_
_
_
_
Javier Fernández. Primer patinador español en unos Juegos Olímpicos desde 1956

"Espero que los Juegos de 2014 en Sochi sean los míos"

Los expertos dicen que puede ser la próxima gran figura del deporte español, en una especialidad tan poco exitosa hasta el momento como el patinaje. Con 18 años, Vancouver es su debut olímpico.

Las condiciones naturales para deslizarse sobre el hielo se asentaron por sorpresa en un chaval del madrileño barrio de Aluche. Javier Fernández (1991) lleva tres años trabajando con uno de los mejores entrenadores del mundo en Estados Unidos y consiguió en el último Mundial de la especialidad ser el segundo patinador español que acude a unos Juegos, los recién inaugurados en Vancouver, desde que lo hiciera el luego afamado pintor Darío Villalba en 1956.

¿Cómo le da a un chaval, aficionado además al fútbol y al tenis, por dedicarse al patinaje artístico?

Me gustó, no puedo decir mucho más… Todo comenzó porque mi hermana quiso probar, después de ver alguna retransmisión en la tele, y a mí me interesó después de verla a ella. Empezamos en una pista para aficionados en Aluche, y de ahí pasamos a un club. Tenía seis años. Luego fui entrando en competiciones, ya con siete, y poco a poco ganando categorías inferiores.

Hasta que llegó el salto profesional. ¿Cómo fue que se marchó a Estados Unidos?

En agosto de 2008, Nicolai Morozov, que es uno de los principales entrenadores mundiales, vino a Andorra. La Federación Española nos llevó a varios patinadores del equipo a trabajar unos días con él, y cuando terminamos, me pidió que nos reuniéramos. Entonces me dijo que me veía posibilidades y me propuso irme a trabajar a Nueva Jersey, a sus órdenes. Hablé con la Federación de Deportes de Hielo, y ellos me consiguieron la financiación, con la ayuda del Programa ADO y el COE.

Morozov, su técnico, está entre los más prestigiosos del mundo. ¿Qué le aporta en concreto?

Creo que es interesante para mí porque incide en aspectos en los que necesito mejorar. Yo nunca he tenido grandes problemas en los aspectos técnicos, en los saltos, y este año ejecuto dos complejos como el triple H y el cuádruple toe loop, pero en cambio no soy tan bueno en los elementos de interpretación. Se necesitan unos años de entrenamiento para mejorar. Necesito que todo sea más fluido, más natural, más limpio.

¿Trabaja las cuestiones de potencia? ¿Cuánto entrena al día?

Tengo prohibidas las pesas, no quieren que recorte la distancia del cuello elevando los hombros. Sí trabajo temas más ligados a la agilidad, y también hago carrera a diario. En cuanto al tiempo diario en la pista, depende bastante. Lo normal son unas tres horas diarias, pero hay jornadas que trabajamos algo concreto y podemos estar el doble, o menos en el caso de que vengamos de una competición.

¿Le queda tiempo para otras cosas, estudia…?

No, no se puede compatibilizar. Claro, tengo aficiones. Me gusta mucho jugar al fútbol con mis amigos de siempre, en Aluche. Y soy videojugador, ando ahora con el nuevo Call of Duty.

¿Cuáles son sus expectativas para los Juegos de Vancouver?

No nos hemos planteado un puesto concreto, la Federación está de acuerdo en que lo importante es tomar experiencia. De la vigésima a la quinta yo creo que son posibilidades, pero sin objetivos. Por la cronología habitual en los patinadores, los siguientes Juegos, los de Sochi en 2014, confío en que sean los míos. Luego lo habitual es que los veteranos no compitan a alto nivel tres años para preparar una última presencia, que para mí sería con 27, en 2018.

¿Y después, piensa en los espectáculos profesionales…?

No, no, no me interesa ese mundillo. Mi ideal sería entrenar, preferiblemente en España. Crear una escuela, algo así. Aunque todavía me queda bastante lejos, claro.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_