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Comercio exterior

Cocina española al margen de tópicos

Con 22 establecimientos en nuestro país, Bodegas Galiana, una franquicia de tabernas selectas especializada en productos alimenticios de calidad, acomete ahora su expansión internacional.

Comida española de calidad, buen servicio y precios asequibles. Es el modelo en el que se basa el negocio que Bodegas Galiana está empezando a exportar a varios países a través del formato de franquicia. Para este año tiene prevista la apertura de establecimientos en Marruecos, primero en Casablanca y posteriormente en Rabat y Marraquech, y también trabaja para su implantación en Estados Unidos (Florida y Puerto Rico) así como en el sur de Francia. "Estamos ultimando un proyecto de imagen, locales y oferta de servicios específico para la expansión internacional", asegura Ángel Cavada, director de expansión de la compañía, para quien el concepto de negocio está lo suficientemente maduro como para poder exportarlo, pero "vamos a aplicar la misma filosofía que en España, sin prisas; iremos creciendo en la medida en que podamos controlar el negocio. De momento, no más de seis establecimientos al año".

La idea desarrollada por la familia Galiana es la de una taberna selecta, con un buen servicio, donde no hay nada preelaborado, todo se hace en las propias cocinas. "Insistimos en el buen servicio porque en España se ha perdido un poco esa cultura. Sin embargo, no queremos crear un ambiente sofisticado, de alto standing. Pretendemos que el cliente se sienta relajado y cómodo, con una oferta de calidad a precios razonables. Un ticket medio puede estar entre los 25 y los 30 euros, con un buen vino", puntualiza Ángel Cavada.

El origen de la compañía se remonta a 1953, cuando la familia Galiana se establece en Daimiel (Ciudad Real) con la compra de una bodega, donde comienza a elaborar vinos. El negocio empieza a crecer y a dedicarse por completo a la fabricación y distribución de diferentes productos alimenticios de primera calidad. En 1970 la empresa da el salto a Ciudad Real capital con la adquisición de dos establecimientos. La principal actividad sigue siendo la distribución, pero ahora en las tiendas se incorpora una pequeña barra donde los clientes pueden degustar los productos antes de realizar su compra. Nace así el concepto de taberna-tienda selecta.

En la década de los ochenta, acorde con las exigencias del mercado, Bodegas Galiana inaugura su primera imagen corporativa, se produce el cambio generacional, comienza un nuevo estilo en la gestión del negocio familiar y empieza la expansión con la apertura de nuevos locales en otras zonas de Castilla-La Mancha. A finales de los años noventa se establece el modelo de crecimiento del negocio basado en la franquicia. Pero la estrategia de la compañía sigue siendo la de crecer a un ritmo controlado, pausado. Hoy cuenta con 22 establecimientos, cuatro de ellos en propiedad.

La empresa escoge a sus proveedores entre las denominaciones de origen más importantes de nuestro país y otras empresas de pequeño tamaño que elaboran sus productos de manera artesana y tradicional. Quesos, jamones de cerdos criados en dehesas, embutidos, carnes de caza, jabalí y ciervo, conservas artesanas... conforman una oferta que se completa con platos tradicionales elaborados en sus locales.

Bodegas Galiana traslada a sus franquiciados su libro de cocina. Todo está escrito, los productos, la elaboración, la presentación, las cantidades adecuadas, etc. "Con ello garantizamos que la comida que se ofrece es española, nada queda a la voluntad del cocinero. Y la decoración no es la típica de pandereta, cabezas de toro y mantones de Manila. Queremos dar una imagen muy española, pero moderna", indica Cavada.

La facturación media, dependiendo de las dimensiones del local, puede oscilar entre los 300.000 y los 600.000 euros, con una rentabilidad del 13% al 16% sobre las ventas y una amortización del capital invertido en 60 meses, según la compañía.

La inversión inicial para establecerse como franquiciado bascula entre 175.000 y 250.000 euros, también en función del tamaño del establecimiento, con un canon de entrada de 24.000 euros. Existe también un royalty del 4% sobre ventas y un 2% como canon de publicidad. La duración del contrato se establece en 10 años prorrogables.

La compañía se ha marcado como objetivo para este año alcanzar un volumen de negocio de 12 millones de euros, un 11% más que en 2009, así como mantener la estrategia de expansión, con una cuidadosa selección tanto de los candidatos a franquiciados como de los mejores emplazamientos.

Apoyo a emprendedores en apuros

En el marco de su estrategia de expansión, Bodegas Galiana ha puesto en marcha un nuevo proyecto dirigido a emprendedores que pueden alcanzar éxito en la explotación de negocios propios de restauración, pero que no cuentan con suficiente capital propio y encuentran dificultades para acceder a la financiación externa.La idea es que entren a formar parte de la red con una inversión más reducida gracias a la ayuda del franquiciador. Los franquiciados que se incorporen a este proyecto dispondrán del apoyo directo de la compañía para negociar condiciones adecuadas de traspaso y contratación del local y el acceso a líneas de financiación externa en condiciones excepcionales. "La inversión final dependerá de las características, condiciones y estado del establecimiento, pero podemos prever que un presupuesto representativo, para uno de 120 a 150 metros cuadrados ya acondicionado para los servicios de restauración, podría ser de 61.500 euros", señala Ángel Cavada.Los nuevos locales surgidos de esta iniciativa serán tabernas selectas con la misma calidad de servicio y oferta que el resto de la cadena. La presentación de los servicios y el ambiente de los establecimientos serán similares, manteniendo los elementos básicos de la identidad corporativa y los métodos de gestión.

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