Alonso desata la marea roja con el nuevo Ferrari
Fernando Alonso desató ayer la locura en el circuito de Cheste (Valencia). Un total de 36.400 espectadores se dieron cita en las gradas el trazado en el que se han celebrado las primeras pruebas de temporada de Fórmula 1, rompiendo el récord de afluencia del recinto en una jornada de entrenamientos. El martes habían acudido a Cheste 17.500 aficionados. Ayer, que era la primera vez que Alonso iba a ponerse al volante del bólido del cavallino rampante, la cifra prácticamente se duplicó. "El récord anterior del circuito en unos entrenamientos era del 22 de enero de 2008, cuando también en los tests de Fórmula 1 alcanzamos los 33.000 espectadores", explica un portavoz oficial del trazado valenciano. En el circuito de Cheste caben algo más de 100.000 personas en un día de carreras.
La expectación que se ha levantado entre los aficionados españoles a la máxima categoría del automovilismo deportivo con la llegada de Alonso a Ferrari hace presagiar un retorno de la marea azul que llenó los circuitos durante los años en que el piloto ganó el campeonato del mundo con Renault. Esta temporada las gradas, sin embargo, cambiarán el color. Si el rojo de Ferrari ya era el más popular en la mayor parte de los circuitos de todo el mundo, ahora los trazados españoles se unirán a la tendencia. La masiva afluencia de aficionados a Cheste de ayer, como la de los dos días precedentes, no es un hecho baladí. De hecho, acudir a los entrenamientos de Fórmula 1 no es gratis. La entrada costaba cinco euros en las tribunas y 10 en la grada de boxes. Eso al margen de tener el día libre para poder desplazarse al trazado y poder pasar la jornada allí. Fuentes del circuito explicaban que el público era mayoritariamente de los alrededores de Valencia, si bien habían detectado visitantes de distintos puntos de España, "incluidas las Canarias".
La calurosa y esperanzada acogida de los aficionados españoles a Alonso en Ferrari en los primeros entrenamientos de la temporada que está por llegar también puede ser una buena noticia para los dos grandes premios locales: el GP de España, en el circuito de Montmeló (Barcelona), el 9 de mayo, y el GP de Europa, en el circuito urbano de Valencia, con nuevas fechas tras el adelanto al 27 de junio. Y es que en las últimas temporadas tanto la crisis económica -las entradas de Fórmula 1 no son baratas- como los modestos resultados de Alonso con Renault han mermado la asistencia a las carreras.
Desde la organización del GP de Europa se confía en que el cambio de fecha, para salir de un asfixiante agosto en Valencia, mes en el que, además, se vacía la ciudad, hasta junio sirva de aliciente. "Además, quienes han asistido a los entrenamientos de estos días tendrán un descuento del 15% en la entrada del gran premio, lo que puede suponer hasta 80 euros de ahorro", explicaban desde la organización.
Estreno de primera
Por si alguien tenía dudas de que la ilusión que ha despertado el asturiano es real, ayer, la primera vez que cogía el nuevo F10, Alonso marcó en Cheste el mejor tiempo de todos los participantes en los entrenamientos, casi un segundo más rápido que Michael Schumacher con su Mercedes y cerca de un segundo y medio más rápido que el actual campeón del mundo, Jenson Button, este año con McLaren. Las pruebas continuarán en los circuitos de Jerez y Montmeló, dos nuevas citas para la nueva marea roja que ya capitanea Alonso.