El cinturón de seguridad de Ryanair
La estrategia de alto riesgo de Ryanair para ingeniárselas con la recesión parece haber funcionado. La aerolínea de bajo coste con sede en Dublín ha revisado al alza sus objetivos de beneficio este año tras presentar unas pérdidas menores de lo esperado en el tercer trimestre. Puede que la demanda de pasajeros sea todavía débil, pero la competitividad de Ryanair ha mejorado y eso es en parte gracias a sus propias acciones.
En julio, el presidente ejecutivo Michael O§Leary fue advirtiendo de que los precios de los billetes podrían caer hasta en un 20% en el presente ejercicio. Al final, la caída es del 15%. Ryanair ha sido agresiva eliminando las rutas de invierno que no son rentables y concentrándose en negocios de mayor rendimiento, quitándole cuota de mercado a Air France, British Airways y Lufthansa. Los menores costes de combustible, que bajaron un 37%, han ayudado, pero Ryanair ha recortado también los costes por pasajero, principalmente mediante duras negociaciones con los aeropuertos.
En conjunto, estos factores implican que el beneficio neto debería estar alrededor de los 275 millones este año, en contra de las anteriores pautas de cerca de 200 millones de euros. Aunque los inversores piensan que las pautas anteriores eran demasiado pesimistas, Ryanair incluso puede que supere la nueva cifra. El éxito de Ryanair en hacerse con su cuota durante la recesión merece crédito. Con el grupo trabajando por recuperar 1.000 millones de euros para los accionistas en 2014, Ryanair está lejos de sufrir la crisis de la mediana edad.
F. Maharg-Bravo