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Columna
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Comparar y contrastar a BP

Tony Hayward no debería acostumbrarse a las comparaciones aduladoras. El consejero delegado de BP puede descubrir pronto que no duran. Es verdad que el desempeño operativo del gas y del petróleo británico en 2009 fue estelar comparado con el de años anteriores. La producción creció un 4% ­muy por delante del 1- 2% de la media del crecimiento a largo plazo­ mientras que los gastos de capital se mantuvieron bajo un estricto control. Mientras tanto, las refinerías de BP funcionan por fin casi a pleno rendimiento. Y Hayward ha recortado en 4 millones de dólares la línea de coste sin comprometer la seguridad. BP ahora puede cuadrar sus cuentas con el barril del petróleo cerca de los 60 dólares ­muy por debajo de los actuales 76 dólares a precios de mercado­.

La comparación con el sector también es favorable. La ganancia del coste de reemplazamiento del cuarto trimestre puede que no cumpliera con las expectativas, pero fue de aproximadamente un 33% más que el año anterior. Competidores como Exxon y Chevron vieron como caían sus beneficios bruscamente en el mismo periodo. El retorno sobre el capital empleado de BP es del 12,7%, casi tres puntos porcentuales por encima de sus homólogos europeos, según las estimaciones de ING. Las acciones aumentaron un 23% el pasado año, superando a sus rivales europeos incluyendo a su archienemigo, Royal Dutch Shell.

Sin embargo, esas comparaciones serán cada vez menos gratificantes. Los bajos márgenes del refinado están detrás de la pérdida del cuarto trimestre, y Hayward no prevé una recuperación este año. El rebote de nuevo en el precio del petróleo también ejercerá presión sobre los costes de BP este año. Hayward dice que hay todavía terreno para una mayor eficiencia, aunque lamentablemente no puede cuantificarlo.

En todo caso, este podría ser el año de Shell. Es cierto que el grupo angloholandés está lidiando con un problema de costes y con un decepcionante crecimiento de la producción. Shell todavía tendrá dificultades a corto plazo. Pero está cerca de completar algunos proyectos enormes que deben acelerar su producción a finales de 2010 y producir crecimiento espectacular en 2011 y 2012. Hayward se enfrenta a un creciente desafío para convencer a los inversores en la revisión de la estrategia el próximo mes de que BP no perderá impulso en 2010.

Fiona Maharg-Bravo

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