Ascó aprueba el almacén nuclear y no se descartan otros candidatos
El Ayuntamiento de Ascó dio ayer el visto bueno a su candidatura para albergar el almacén de residuos nucleares. CiU abrirá expediente a sus cuatro concejales, pero el PSC no hará lo mismo con el suyo. El plazo del concurso acaba el sábado, día 30, pero no se descarta algún otro candidato sorpresa.
Tal como estaba previsto, el pleno del ayuntamiento de Ascó aprobó ayer por siete votos a favor (los cuatro concejales de CiU, dos del partido independiente IA y el que tiene el PSC) y dos en contra (el resto de concejales independiente) presentar su candidatura para instalar en su término municipal el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares. El alcalde, Rafael Vidal, de CiU, justificó esta decisión por el "futuro" y viabilidad económica del municipio.
Por el momento, sólo Ascó y la localidad alcarreña de Yebra, a 10 kilómetros de la clausurada Zorita, han respaldado sus candidaturas, aunque el Gobierno no descarta que se pueda sumar algún ayuntamiento más. El plazo para presentarlas acaba el sábado, día 30, si bien las bases exigen el acuerdo de la mayoría de los concejales.
Es difícil, por tanto, la confidencialidad en el proceso, aunque algún pequeño pueblo podría dar sorpresas, según fuentes próximas al Gobierno. Aunque Industria asegura que no habrá preferencias a priori, todo indica que la tendrán los pueblos con plantas nucleares o que estén cercanos a ellas, como ocurre con Ascó y Yebra.
La reacción del presidente de CiU, Artur Mas, no se hizo esperar. Tras conocer la decisión, éste anunció que no tendría más remedio que abrir un expediente informativo a los cuatro ediles de Ascó y criticó el "desbarajuste" creado por el tripartito catalán.
El PSC, sin embargo, no hizo lo mismo con su concejal en esta localidad. Sobre la posición del presidente de la Generalitat, José Montilla, el vicepresidente catalán, Josep Lluis Carod-Rovira, aseguró en rueda de prensa, que aquél va a enviar una carta al ministro de Industria, Miguel Sebastián, en la que le mostrará su rechazo a que el ATC se instale en Cataluña. Precisamente, fue Montilla, siendo ministro de Industria, el que promovió un proyecto que recibió el visto bueno del Parlamento.
Carod aseguró que la Generalitat no va a recurrir la decisión del pleno de Ascó, pero sí dará "todos los pasos posteriores para intentar por la vía de la legalidad" que la decisión no se cumpla.
Por el contrario, el gobierno de Castilla-La Mancha sí va a recurrir la decisión del municipio de Yebra (en Guadalajara) de optar al ATC. De hecho, ya ha puesto a trabajar a sus servicios jurídicos en una posible denuncia contra el acuerdo municipal.
La "bienvenida" de Marín
Desde la localidad holandesa de Borssele, donde se ubica el almacén nuclear de Habog, el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, señaló ayer que la candidatura de Ascó "es muy bienvenida" y descartó que ninguna comunidad autónoma "dinamite" el proceso.
Marín defendió la potestad de los ayuntamientos para optar al ATC, y auguró un proceso "muy largo" para hacer alegaciones". Y valoró que dos candidatos "no es un mal número, de momento". Marín dijo que Ascó no tendría ventaja sobre Yebra.
Un largo proceso en el que dará tiempo a rectificar
Por el momento, el Gobierno ha logrado lo que consideraba más difícil: que dos municipios aceptaran albergar el ATC. Y, aunque no pierde la esperanza de que se presente alguno más en los cuatro días que faltan para que termine el plazo, con las candidaturas de Yebra y Ascó se da por satisfecho. Y es que, aunque en Industria dicen públicamente, haber recibido un centenar de llamadas de pueblos interesados, la realidad es mucho más modesta.Los Gobiernos regionales de las comunidades donde se ubican las candidatas se han lanzado a una carrera electoral sin freno, especialmente los partidos catalanes, que parecen haber adelantado la campaña de los comicios previstos para el mes de octubre. Y no se descarta, incluso, que estos se puedan adelantar.Sin embargo, el proceso hasta empezar a construir el ATC es tan largo, que podría dar margen de tiempo a los políticos atrapados hoy en el almacén para que cambien su de posición.Tras el cierre de las candidaturas, este mismo sábado, se abrirá un proceso de alegaciones que durará varios meses y en el que podrán participar las comunidades autónomas. El nombre del ganador no se conocerá hasta el mes de junio, según fuentes oficiales.A partir de entonces, se iniciarán los trámites para los permisos medioambientales y urbanísticos, que se podrían prolongar el resto del año, con lo que, una vez celebradas las elecciones en Cataluña, el partido ganador podría relajar la oposición al ATC a la que ahora se ve abocada por la coyuntura política.En cualquier caso, el Gobierno no teme ninguna traba en el ámbito medioambiental (los permisos responden a razones tasadas y la última palabra es de Medio Ambiente), aunque sí en el urbanístico, donde la comunidad podría entorpecer el proyecto.
El silencio de las eléctricas
Ayer, tras conocerse la decisión del ayuntamiento de Ascó a optar al ATC, las reacciones políticas se sucedieron en cadena. Sin embargo, aún no se ha oído la voz de las empresas eléctricas, propietarias de las centrales.También se ha echado en falta la opinión del presidente del Gobierno, o, en su defecto, del ministro de Industria, Miguel Sebastián.