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Rescata la idea de crear un banco malo

La Asociación Hipotecaria sugiere sacar del balance la deuda a promotor

El presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Santos González, afirmó ayer que buena parte de la deuda que tienen contraída las inmobiliarias con los bancos (unos 325.000 millones de euros) no podrá cobrarse nunca, por lo que urgió a sacar del balance de las entidades esos activos con el fin de evitar un deterioro mayor en la solvencia y el rating del sector financiero y del conjunto de la economía.

Un sector que no produce siquiera para pagar los intereses de su deuda (estimados en la actualidad en unos 15.000 millones de euros al año) es un sector que está quebrado". Así de contundente se mostró ayer el presidente de la Asociación Hipotecaria durante su participación en el XXVIII Coloquio Nacional de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE). González explicó que las empresas dedicadas a la promoción inmobiliaria no podrán soportar por mucho tiempo procesos de refinanciación de su deuda, en los que cada vez se les cobra más intereses, por lo que el volumen total de lo adeudado no deja de crecer; a cambio de unos activos, casas o suelos, que cada vez valen menos. "A muchas compañías no les queda otra salida que desaparecer", añadió.

A muchos de los presentes en el debate celebrado ayer en Madrid no les gustó el panorama esbozado por González, a quien recordaron que si tienen que quebrar promotoras, "que quiebren también algunos bancos y cajas, porque no es jugar limpio pretender que el sector financiero no ha tenido ninguna culpa en cómo hemos llegado a la situación actual", aseguró Rafael Fernández, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (Cepco).

Banco malo

El máximo responsable de la AHE insistió en que no es cuestión de demonizar al sector. "Se trata de describir lo que está pasando y de hacer un llamamiento para que quienes tienen la responsabilidad tomen las decisiones que eviten que se destruya una actividad que volverá a ser estratégica para la economía española", añadió.

Entre las posibles soluciones que baraja Santos González se encuentra la creación de un banco malo con los activos incobrables o que se gestionen a través de un fondo de inversión específico. "La clave es que esos activos salgan del balance de las entidades y cuenten con unas reglas especiales a la hora de provisionarse y con unos plazos de amortización distintos. De lo contrario, ponen en jaque la solvencia y la calificación crediticia o rating de todo el sistema financiero y del conjunto de la economía española", aseguró González.

¿Qué parte de los 325.000 millones será difícilmente recuperable para la banca? Según los cálculos del sector, la mitad son créditos concedidos para la compra de suelo, de los que el 70% corresponde a terrenos que no se desarrollarán en muchos años (unos 120.000 millones). Otras fuentes elevan la cifra de la deuda no recuperable a 160.000 millones. Para realizar esa tarea de qué hacer con lo que ayer algunos expertos calificaron las subprime españolas (préstamos para comprar terrenos), el presidente de la AHE aseguró que deberían implicarse además de empresas y entidades financieras, el Gobierno, el Banco de España y el Instituto de Crédito Oficial (ICO). "Reorientemos el debate, lo crucial no es vender el stock, que se conseguirá en cuanto mejore la coyuntura, lo tremendo es qué hacer con el resto de la deuda", concluyó.

Hacia un nuevo modelo de empresa

Mientras promotores y representantes de la banca discutían ayer (sin perder la compostura, eso sí) quién tuvo más culpa en el boom inmobiliario y en su posterior crac; la industria auxiliar lanzó su particular SOS. Fabricantes y distribuidores de materiales de construcción advirtieron que si el Gobierno no adopta nuevas ayudas directas y pone coto al aumento de los plazos de pago (que ya suponen de media 280 días), la sangría en el empleo continuará.El presidente de la patronal nacional de los promotores APCE, José Manuel Galindo, abogó por la puesta en marcha de "medidas estructurales", como reformar la regulación del suelo; y propiciar un nuevo marco legal para la rehabilitación que aborde temas tan espinosos como la expropiación y los realojos en las renovaciones de barrios enteros.Para el sector financiero, en cambio, las modificaciones tienen que proceder de las propias promotoras. "Deben profesionalizarse, ser solventes, estar capitalizadas, ser más empresa y menos colección de negocios", dijo el presidente de la Asociación Hipotecaria. Santos González afirmó que si no recortan su deuda, "el sistema financiero no podrá prestarles ni para circulante".

La cifra

325.000 millones de euros es la deuda viva financiera contraída por las promotoras con la banca. Los intereses ascienden a 15.000 millones.

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