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Viajes

Pecs, la capital por descubrir

La ciudad húngara es un multicolor punto de encuentro de las culturas centroeuropeas.

Cultura, paisajes, buen vino... Pecs es una de esas villas centroeuropeas en las que vale la pena pasar un fin de semana largo para empaparse de belleza y buena vida, y la ocasión es inmejorable cuando este año es una de las tres capitales europeas de la Cultura, junto a Essen y Estambul. De hecho, la ciudad húngara es una suerte de bisagra entre sus dos colegas, puesto que en sus calles se dan cita la cultura alemana y la turca, así como la propiamente húngara, junto a restos medievales y romanos.

El eslogan La ciudad sin límites viene precisamente a subrayar la condición de territorio de frontera, de tránsito a priori -aunque finalmente resultara para establecerse en muchos casos-, que el condado de Baranya ha gozado y sufrido en su historia. La visita por la ciudad puede comenzar por su origen romano, con restos que han brindado al lugar su condición de Patrimonio de la Humanidad.

Ruinas romanas

Los restos de Cella Septichora (antiguo nombre del paraje, cuando era parte de la provincia latina de Panonia) se encuentran perfectamente acondicionados para la observación de la necrópolis, que incluye en particular numerosos restos paleocristianos como la Cámara de Pedro y Pablo o el Mausoleo Paleocristiano, adornado con escenas de los evangelios. En otros lugares de la ciudad pueden encontrarse un patio, una villa romana prácticamente intacta y un balneario.

De la Edad Media queda sobre todo el arranque de la Basílica de San Pedro, de cuatro torres, cuyos restos más antiguos son del siglo XI. Frente a su entrada principal está la estatua que conmemora la estancia en la localidad de uno de los húngaros más universales, el compositor Franz Liszt.

En cuanto a la herencia otomana, queda bien plasmada en la Mezquita del Bajá Gazi Kasim -que se conserva íntegra y hoy funciona como iglesia-, así como en los restos de los Baños del Bajá Memi. También hay influencia de la dominación turca en la región en elementos de la gastronomía o el folclore de Pecs.

Sin embargo, la época que dio su singular fama a la localidad fue la del modernismo, que desembocó en el llamado Compromiso que abrió la puerta a la autonomía húngara durante el reinado de Francisco José I y Sisí. La fisonomía de la ciudad quedaría definida gracias al trabajo de la Fábrica de Porcelana Zsolnay, fundada hace 150 años. El barrio que la rodea, de tejados coloristas por el empleo de ese material, es donde se encuentra el núcleo cultural que mantiene los fastos de la capitalidad continental, así como los museos de Víctor Vasarely, el famoso diseñador Op-Art, y el pintor Csontváry Kosztka.

El principal edificio construido para la capitalidad es el OPUS2010, rebautizado popularmente como El Caracol. Una sala polivalente en la que todo o parte del auditorio puede hacerse desaparecer para utilizarse en los espectáculos, que incluirán este año festivales de ballet, música clásica, folk, circo o rock, sin olvidar el festival de Primavera anual -entre los eventos culturales más notables del calendario en Hungría-, que este año se refuerza y se extenderá del 15 de marzo al 9 de abril.

Como en otras zonas de los vecinos Balcanes, existe una notable afición por los deportes extremos, y Pecs cuenta con una instalación singular consagrada a su práctica: el parque Mecsextrém. Situado en la cima de la colina Arpad, dispone de pista de cuerdas alpinas, descensos escalofriantes en tobogán, o alquiler de vehículos como quads.

Campiña luminosa

Los alrededores de Pecs también cuentan con varias opciones de interés, que van desde los numerosos castillos -en particular, los de Pécvárad y Siklós- hasta el centenario balneario de Halkány, pasando por la Ruta de los Vinos de Villány-Siklós, repleto de bodegas monumentales en las que es posible apreciar caldos que han gozado del favor de los expertos de la Europa del Este desde hace años, pero que apenas son conocidos por el público español. En general, la campiña de esta región es luminosa y pintoresca, poblada de pequeñas granjas y pueblos con encanto.

Quienes no quieran pasar por Hungría sin ver su espina dorsal, el Danubio, pueden desplazarse apenas cuarenta kilómetros desde Pecs a la localidad de Mohacs, en la que se disputó la batalla que expulsó a los turcos de Hungría. Algo más lejos se encuentra el gran centro turístico del país, el Lago Balaton, el mayor de Europa con sus 236 kilómetros de costa, que alberga centros playeros y de navegación.

Guía para el viajero

Cómo irPecs se encuentra más o menos a la misma distancia -200 kilómetros- de Budapest, la capital húngara, y Zagreb, la croata, aunque España tiene más vuelos directos con la primera. Malev, las aerolíneas húngaras (www.malev.com), ofrece billetes de ida y vuelta desde 120 euros.

Dónde DormirEl Hostal Aranyhajó (Kírály, 3) es el alojamiento más antiguo de la ciudad; cumplió recientemente su centenario. Se encuentra en un edificio de origen medieval, restaurado con modesta comodidad. En el portal adyacente se encuentra el Hotel Palatinus (Kírály, 5). Es un edificio monumental afamado por su recepción y enorme sala de baile de estilo modernista, con una de las mejores exhibiciones del uso de la cerámica Zsolnay.

Dónde comerPezsgöház (plaza Szent István, 12) se encuentra junto a varios monumentos romanos, y ofrece las especialidades locales -guisos fuertes, carnes de caza, pescado del Danubio-, que se acompaña con un espumoso autóctono. Por su parte, la Enoteca Corso (Kírály, 25) ha sido recientemente elegida entre los diez mejores restaurantes húngaros. También destaca por su amplia carta de vinos de la región. Para dejarse aconsejar.

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