Zanahoria y palo para Grecia
Grecia necesita mejores aliados. Los políticos de la UE no han sido de ninguna ayuda. El país se enfrenta a una crisis financiera, pero los líderes de la región se han limitado a enviar señales contradictorias y tenues de que vigilan la situación muy de cerca. Es hora de diseñar una clara alternativa griega.
Hasta el momento, la UE ha tratado de apoyarse en Atenas para llegar a una propuesta creíble de reestructuración financiera. El Gobierno griego está obligado con un plan para recortar el déficit presupuestario del 13% del PIB el pasado año a menos del 3% en 2012. Pero los inversores han sido muy escépticos.
La UE también está atacando a Grecia por sus estadísticas fraudulentas, el instrumento que le ayudará a supervisar la aplicación del plan. Pero es poco realista esperar que Atenas reforme sus estadísticas o erradique la desenfrenada corrupción y la evasión de impuestos en una semana.
En lugar de declaraciones insípidas y quejas inútiles, la UE debe ser clara. Si Grecia hace lo que debe, obtendrá su ayuda. El Consejo Europeo está autorizado a proveer asistencia financiera a cualquier país miembro que se encuentre "en dificultades o (ante) acontecimientos excepcionales que escapan a su control". Grecia encajaría. Pero si los líderes europeos deciden que el plan de Grecia no es serio y creíble, deberían enviar el mensaje opuesto: el impago es una opción seria y estamos dispuestos a asumir el riesgo. Los acreedores en su mayoría también lo son de otros países europeos, lo que podría hacer daño, pero sólo un poco: la deuda griega representa menos del 3% del total de la UE.
El Gobierno griego necesita un mensaje claro: te rescataremos sólo si eres serio. La zanahoria del rescate podría no ser necesaria, si Grecia actúa con firmeza. Y si el palo se percibe como una amenaza real, podría empujar a Atenas a la acción. Palo y zanahoria para la disuasión real.