Incómoda pareja
Entre hoy y mañana se decide la suerte de la futura Comisión Europea de José Manuel Barroso. Su ratificación parlamentaria vuelve a depender de la incómoda pareja de baile que algunos Gobiernos le han enviado al portugués. Hace cinco años fue el frustrado comisario italiano Rocco Buttiglione, a quien el Gobierno de Silvio Berlusconi tuvo que sutsituir por Franco Frattini para evitar el veto del Parlamento a todo el equipo de Barroso. En esta ocasión, el grupo liberal y, en menor medida, el socialista, cuestionan la idoneidad de la comisaria búlgara cuyas dotes para danzar sin Barroso se pueden comprobar en este video.
Barroso ha asignado a Jeleva la cartera de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis. Es decir, la que coordina la reacción de la Comisión en un caso como el terremoto de Haití de la semana pasada. Pero tras la audiencia parlamentaria previa al nombramiento definitivo, el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, ha planteado algunas dudas al presidente de la Comisión sobre la preparación y la honradez de la exministra búlgara de Exteriores (cargo que ocupaba en el momento de su demostración al ritmo de Julio Iglesias).
La respuesta de Barroso del pasado viernes intenta zanjar el asunto. El portugués asegura que Jeleva ha vuelto a confirmar por escrito que su declaración sobre posibles conflictos de interés es exacta y completa. Y en cuanto a las dudas sobre su preparación para el cargo, el reelegido presidente de la Comisión asegura que la comisaria tiene los conocimientos, la experiencia y el compromiso europeísta necesario para convertirse en miembro del organismo comunitario. Y recuerda al Parlamento que Jeleva ha sido elegida dos veces por el pueblo búlgaro como europarlamentaria.
¿Será la carta de Barroso el punto final del baile de acusaciones y reivindicaciones? Lo sabremos entre hoy y mañana, con las cuatro últimas audiencias de los futuros comisarios. El Partido Popular Europeo, al que pertenecen Jeleva y Barroso, amaga con tomar represalias si liberales y socialistas hacen rodar por la tarima a la búlgara. Entre las posibles víctimas, el liberal Olli Rehn (a quien Barroso ha asignado la cartera de Asuntos Económicos, en sustitución de Almunia), la liberal Neelie Kroes (Agenda digital) o el socialista Maros Sefcovic, vicepresidente para Relaciones Institucionales y Administración
El rifirrafe puede quedar en nada porque ninguno de los dos grandes partidos (PPE y PSE) dispone de votos suficientes para vetar la Comisión (no pueden vetar a un solo comisario). Y tampoco parece haber demasiado interés en retrasar aún más la entrada en funcionamiento de la nueva Comisión.
La presidencia española de la UE, en particular, cruza los dedos para que el conflicto se resuelva antes de que el presidente del Gobierno presente este miércoles su programa de trabajo en el Parlamento de Estrasburgo. Y los europarlamentarios socialistas, como ocurrió con la reelección de Barroso, vuelven a verse atrapados entre el rechazo a Jeleva y la necesidad de evitar complicaciones al Gobierno de Madrid.