GM recortará las exigencias del plan de ahorro para Figueruelas
La planta de General Motors (GM) en Figueruelas (Zaragoza) se beneficiará de un recorte sustancial en las exigencias de ahorro establecidas inicialmente por Magna y confirmadas en un principio por su actual propietario. Según fuentes contrastadas, de los 25,8 millones de euros podría bajarse a una cifra en torno a los 14 millones.
Las negociaciones sobre el plan de ahorro que se aplicará en Figueruelas siguen su curso, pero parece que las exigencias del grupo estadounidense General Motors, propietario de Opel, sobre la planta zaragozana pueden relajarse. Son varios los factores que han influido en un cambio de situación que beneficia a la planta española y que le permitirá reducir en casi 12 millones de euros las exigencias de ahorro anuales (desde 25,8 hasta 14 millones por ejercicio).
Por un lado, GM tenía previsto gastarse en un principio 1.000 millones en la reestructuración laboral. Ahora se dibuja una nueva situación, y el fabricante automovilístico podría ahorrarse una parte importante del presupuesto asignado a Figueruelas a través de la aplicación de jubilaciones vegetativas y de prórrogas de expedientes de regulación temporal de empleo (ERE), según fuentes cercanas a las negociaciones.
Además, la previsión de una producción de 329.000 vehículos establecida para la planta zaragozana para este año 2010 es considerada "muy conservadora" en medios sindicales. Supone una rebaja de 10.000 coches sobre el volumen de 2009 y, aunque el mercado se presenta difícil, Figueruelas empezará a fabricar en serie el nuevo Meriva en abril y a venderlo a partir del próximo verano. Muchos clientes optan por retrasar sus compras hasta el lanzamiento de un nuevo modelo, que introduce innovaciones y mejoras. Y la planta zaragozana, que se ha visto perjudicada por estas demoras, se beneficiará ahora de esa demanda contenida, explican estas fuentes.
Además, se puede considerar un escenario económico algo más positivo para los próximos meses, especialmente en los países europeos. Figueruelas, que exporta más del 90% de su producción, vende en muchos mercados donde comienzan a detectarse indicios de recuperación. También debe tenerse en cuenta que los modelos fabricados en la planta zaragozana han sido muy sensibles a la reactivación de la demanda, dado que se trata de utilitarios de gran consumo.
Con estos elementos, según los sindicatos, resulta difícil que este año vayan a producirse 10.000 coches menos que en el pasado, aún descontando el impacto de las ayudas directas a la adquisición de vehículos.
El mantenimiento de la estructura productiva ha sido, por otra parte, la gran victoria de Figueruelas. Esta circunstancia posibilitará que, en cuanto se reactive el mercado, la planta pueda recuperar volúmenes como los 423.000 coches fabricados en 2008 o los 485.857 del récord de 2007. Las dos líneas siguen manteniendo su capacidad intacta.
La factoría aragonesa tiene, además, otros ases en la manga para evitar la salida traumática de sus trabajadores. Entre ellas, la recuperación de algunas actividades que fueron externalizadas por razones económicas. Ahora se trata de un insourcing de fuerza mayor y de carácter temporal.
La semana pasada, el director de la planta, Romuald Rytwinski, señaló sobre las negociaciones que será "un proceso que va a llevar más tiempo del que nos gustaría, pero es una gran reestructuración".
La plantilla tendrá el 10% en la nueva Opel
General Motors se enfrenta ahora a problemas jurídicos debido a la disparidad normativa y a las diferentes condiciones laborales de los países donde están ubicadas sus fábricas. El reto más inmediato es la articulación de la nueva sociedad, en cuyo consejo estarán representados los trabajadores. El porcentaje parece se situará finalmente en el 10%, lo que implica la correspondiente participación en eventuales beneficios.Paralelamente, el nuevo presidente de General Motors, Ed Whitacre, está componiendo un nuevo equipo directivo, que deberá enfrentarse a la prioridad de devolver las ayudas oficiales recibidas. La semana pasada, la multinacional confirmó a Nick Reilly como consejero delegado de Opel/Vauxhall y Reilly, a su vez, anunció una renovación del equipo directivo de la firma alemana, entre los que destacan Mark James como responsable de Finanzas y Rita Forst, primera mujer en la cúpula de Opel y ahora responsable de Ingeniería. Con este nuevo equipo, Reilly se propone acometer la reestructuración de la compañía.Los nombramientos pueden dar un nuevo impulso a las negociaciones sobre el plan industrial, conversaciones que se suspendieron durante las vacaciones de Navidad.
La cifra
900 trabajadores de una plantilla de 7.000 es la cifra de despidos que se barajaba para Figueruelas con el objetivo de ahorro inicial fijado por GM.