Pistas para esqui(v)ar
Cada seis horas se produce una lesión grave en las estaciones de esquí mundiales. Los médicos llaman a la prudencia
En más de una ocasión, la caída de un esquiador de la alta competición ha sobrecogido a los telespectadores frente a la pantalla. Las velocidades alcanzadas en el eslalon o en las categorías de snowboard, por ejemplo, hacen que el deporte sobre la nieve lleve aparejada la etiqueta de práctica de riesgo. Aunque impactantes, los accidentes de los profesionales son, no obstante, casi anecdóticos por su número.
Los golpes más habituales corren a cargo de los aficionados, muchos de los cuales banalizan los peligros que implica calzarse los esquís, explica José Miguel Guijarro, presidente de la Sociedad Matritense de Cirugía Ortopédica y Traumatología (Somacot). Cada jornada, un 6% de los esquiadores padece algún percance. De ellos, vienen derivadas 3,2 lesiones por cada mil esquiadores y día.
Según la información médica recopilada por dicha asociación y publicada durante los últimos años, dos grupos son los más expuestos en esta particular estadística: los principiantes -el 55% de los daños ocurren en los siete primeros días de aprendizaje- y, en segundo término, los mayores de 25 años y menores de 45, que encabezan el ranking de los incidentes de gravedad.
La indumentaria y demás elementos, como las fijaciones de los esquís, han ido evolucionando en pos del incremento de la seguridad. No en vano, desde la década de los setenta las lesiones han disminuido hasta la mitad. Sin embargo, en España, la mayor popularidad de los deportes de invierno ha contribuido a elevar los traumatismos relacionados con la nieve (y sus sucedáneos). "Cuando abrió Madrid Xanadú con una pista cubierta de 1.800 metros cuadrados donde muchas personas se inician o perfeccionan el nivel, observamos cómo aumentaban las consultas", recuerda Guijarro, que hace hincapié en la necesidad de concienciar a la gente en la prevención de accidentes.
Utilizar el material adecuado y realizar un calentamiento previo a la sesión son algunas de las recomendaciones de los expertos. Pero sobre todas ellas, una: la prudencia. "Es importantísimo advertir a los esquiadores de que no están solos en la pista", zanja el doctor.
Antaño, las ataduras de los esquís convertían a los tobillos en la parte del cuerpo más sufrida pero ahora, con los nuevos dispositivos de sujeción, la rodilla resulta más castigada en la práctica de este deporte. Característica que comparten profesionales y amateurs. "La más común es la lesión del ligamento cruzado anterior (LCA), que constituye alrededor del 15% del total de daños registrados en España", indica el presidente de Somacot. Las muñecas representan otro de los puntos débiles, sobre todo en el snowboard donde las contusiones en las extremidades superiores son tres veces más frecuentes. También el esguince del pulgar es habitual -de hecho la rotura de sus ligamentos es denominada el pulgar del esquiador-. Por el contrario, las lesiones que afectan a la columna vertebral son reducidas: únicamente un 0,01 por mil esquiadores y día.
El casco acapara actualmente el debate entre los devotos del esquí. Para los médicos especialistas, su uso es más que aconsejable. Ante los riesgos, más vale prevenir que curar.
Recomendaciones
Preparación física. Es conveniente hacer deporte de una forma habitual. También el calentamiento previo a la sesión, de unos 15 minutos e incluyendo los ejercicios de flexibilidad articular.Preparación técnica. Se aconseja recibir clases con un monitor para empezar.Equipo adecuado. Un buen material puede ser determinante. Las fijaciones de los esquís deben estar reguladas correctamente y revisadas por un experto. Para los principiantes, es recomendable la utilización de tablas cortas y esquíes parabólicos tipo Carving. Respecto a los bastones, han de tener una longitud adecuada y no estar ajustados a la muñeca. No olvidar la protección solar y las gafas para evitar lesiones oculares.Ingesta de alimentos y líquidos. Llevar agua y algún producto de alto aporte calórico (chocolatinas) para tomar en las pausas.Realizar descansos. Muchos accidentes están ocasionados por el exceso de horas de actividad.