Más cautela con la subida del petróleo
Es un rumor creciente cargado de dólares, muchos dólares. Empezó hace meses como un pequeño susurro y ahora se ha hecho perfectamente audible: el precio del petróleo vuelve a la estratosfera. La cotización del barril de crudo Brent se ha duplicado en menos de un año y ronda los 80 dólares. Eso, sin que la reactivación económica haya tenido tiempo de coger ritmo y espolear el consumo del preciado oro negro. A este ritmo, volver al récord histórico de 160 dólares es algo casi hecho y el horizonte de 200 dólares empieza a dibujarse con nitidez inquietante. ¿O tal vez no?
El petróleo es la principal fuente de energía, es insustituible a corto plazo y además su producción se encuentra en una fase de declive acelerado. Todo esto apunta en una dirección inequívoca: cada vez más y más caro. Pero tampoco es cuestión de precipitarse. Lo que hay ahora sobre la mesa es una economía mundial debilitada, mantenida a flote por ayudas públicas masivas coyunturales, un exceso de capacidad instalada notorio en todo el mundo y un problema de desempleo creciente que no tiene trazas de ir a resolverse a corto plazo. Adicionalmente, los inventarios de petróleo están en máximos. Los stocks de la OCDE tienen capacidad para atender por sí solos la demanda de 94 días, una marca histórica.
El último repunte parece más bien fruto de acontecimientos extraordinarios y temporales: estamos ante el peor invierno vivido en China en medio siglo; en la costa este de EE UU, las temperaturas son las más bajas desde 1982. En el mercado de futuros no se descuenta un escenario apocalíptico: los precios a 12 meses vista rondan los 85-86 dólares. Pero es cierto, ya se negocia crudo a casi 100 dólares. Esta semana se intercambió en el mercado ICE, el más importante del sector, un contrato (1.000 barriles) -sí, sí, un único contrato- a 97,5 dólares para entrega en diciembre de 2015. Conviene tomarse el reciente alza del petróleo con cierta reserva. fmartinez@cincodias.es