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El programa actual pone al grupo en peligro

EADS exige a los clientes negociar ya el futuro del A-400M

EADS ha avisado a los países impulsores del A-400M que tienen que sentarse a negociar de forma inmediata para llegar a un acuerdo sobre el reparto de sobrecostes del proyecto. La fecha tope es el 31 de enero. El grupo no admitirá que el contrato no se modifique ya que pone en riesgo su continuidad.

La cúpula de EADS aprovechó ayer el encuentro anual con la prensa, en esta ocasión en Sevilla, para aumentar la presión sobre los siete países impulsores del A-400M, entre los que se encuentra España. En la línea de ensamblaje final del aparato y con uno de los aviones de transporte militar como fondo, el mensaje fue claro: los Gobiernos tienen que sentarse a negociar de manera inmediata con el grupo aeroespacial y cerrar las nuevas condiciones financieras del proyecto. "Como está ahora, el programa del A-400M pone al grupo en peligro, y no voy a consentirlo", afirmó tajante el presidente de la filial aeronáutica Airbus, Tom Enders.

La empresa ha pedido a los países (España, Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Turquía) que asuman la mitad de los sobrecostes que acumula el proyecto, que se firmó en 2003 a un precio cerrado de unos 20.000 millones de euros. EADS no da cifras, pero fuentes del sector apuntan que los costes extra ascienden a unos 11.000 millones y que los clientes tendrían absorber unos 5.300 millones.

El consejero delegado de EADS, Louis Gallois, explicó que el grupo asume que los 184 aviones que hay contratados le generarán pérdidas. De momento, el consorcio ya ha provisionado en sus cuentas 2.400 millones por este concepto y estima que el programa le está costando entre 100 y 150 millones mensuales. "No podemos añadir pérdidas a más pérdidas. Necesitamos negociar y que todas las partes asuman sus responsabilidades", subrayó Gallois.

La fecha límite para Gallois es el próximo 31 de enero, dadas las posibles implicaciones financieras y jurídicas que para EADS podría tener la suspensión o la cancelación del proyecto. En todo caso, el directivo insistió en que el grupo trabaja para que el acuerdo sea posible. De momento, representantes de los siete países tienen previsto reunirse mañana en Londres para tratar de cerrar una posición común frente a la empresa. El máximo responsable del A-400M, Domingo Ureña, instó al Gobierno español a liderar un posible acuerdo, haciendo valer su papel al frente de la Presidencia de turno de la UE.

Caída de la facturación

Louis Gallois destacó la fortaleza para hacer frente a la crisis y sortear un ejercicio, "que ciertamente no fue fácil", con una facturación que rondará los 41.700 millones, sólo un 3,6% menos. La caída, además, la atribuyó principalmente a la revalorización del euro frente al dólar, una de sus preocupaciones para 2010. Advirtió que EADS ha revisado la paridad de referencia euro-dólar que usa para sus cuentas, lo que le ha generado un déficit de 1.000 millones respecto a 2009 "que habrá que cubrir" este año. El grupo sigue considerando prioritario proteger sus niveles de liquidez, por lo que este año tampoco prevé reactivar su estrategia de adquisiciones corporativas. "Estarán en nuestra agenda cuando se vea clara la salida de la crisis, pero es cierto que necesitamos compras", enfatizó Gallois.

Uno de los contratos clave será la renovación de la flota de aviones tanqueros de la Fuerza Aérea estadounidense (USAF), que puede rondar los 40.000 millones de dólares y que permitiría a EADS entrar con fuerza en este mercado.

Un año de claros y sombras para Airbus

El de 2009 ha sido un ejercicio de luces y sombras para Airbus, la filial aeronáutica de EADS. Por un lado, la empresa ha sido capaz de volver a marcar un récord en la cifra de aviones entregados, que ascendió a 498 unidades, y a cumplir con el objetivo de nuevos pedidos, tras la firma de 271 contratos netos (sufrió la anulación de 39 encargos), muy por encima de los 142 logrados por su rival Boeing.El fabricante prevé que el mercado repunte a partir de 2012 y, mientras, espera poder lograr nuevos pedidos a un ritmo de 250-300 unidades al año."La gran decepción", en palabras del presidente, Tom Enders, ha sido el superjumbo A-380.El programa sigue dando problemas financieros y de producción a Airbus, que puso en marcha una auditoría interna el pasado mes de diciembre para tratar de subsanarlos.Tras vender sólo diez unidades en 2009 (frente a las 21 previstas inicialmente), su objetivo es colocar este año en el mercado un total 20 superaviones.Tom Enders no quiso precisar en qué momento el proyecto comenzará a ser rentable. "æpermil;ste es un avión para muchos años", se limitó a recordar.

La cifra

41.700 millones de euros fue la facturación del grupo durante el pasado ejercicio. Esta cifra supone un descenso del 3,6% respecto al año anterior.

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