Heineken paga 5.300 millones por la cervecera mexicana Femsa
La firma holandesa trata de recuperar terreno en América Latina
La industria de la cerveza lleva años en ebullición y parece que en 2010 seguirá el mismo camino. El grupo cervecero holandés Heineken va a invertir 5.300 millones de euros en la compra de la división cervecera de Fomento Económico Mexicano (Femsa).
Bajo este nombre se esconden algunas de las principales marcas de cerveza de México, como Sol, Bohemia, Dos Equis o Tecate y una de las dos únicas cerveceras del país. Actualmente Femsa controla el 43% del mercado cervecero local, por detrás del grupo Modelo, propietario de Corona. Además, Femsa aporta el 9% del mercado brasileño. Ambos son dos de los cuatro países más rentables para los fabricantes de cerveza, según apunta la propia Heineken, que en España posee enseñas como Cruzcampo o Amstel.
De hecho, la proyección en América Latina que logra Heineken con esta compra ha sido la clave en la puja por Femsa. La sudafricana SABMiller también había mostrado su interés por la mexicana que en 2008 facturó cerca de 2.604 millones de euros.
La operación conlleva valorar la división cervecera de Femsa en 3.800 millones de euros, pero además debe asumir una deuda de 1.500 millones de euros. Además, la compañía holandesa emitirá nuevas acciones para llevar a cabo un intercambio de títulos. En concreto, entregará a los actuales accionistas de Femsa el 12,5% de Heineken y el 14,9% de su matriz, Heineken Holding.
Sin embargo, la familia fundadora de Heineken se ha guardado las espaldas para no perder el control de la tradicional cervecera de Ámsterdam. Aunque diluirá su participación en la matriz desde el 58% hasta el 50%, la familia Calvalho-Heineken incluye en el acuerdo una cláusula por la que Femsa no podrá sobrepasar el 20% del capital del holding holandés.
Los inversores respaldaron el movimiento de Heineken, ya que se apuntó una subida del 3,3%. Muy distinta fue la reacción en el parqué mexicano, ya que en la apertura Femsa llegó a retroceder un 14%, el mayor en descenso en la última década.
Para Heineken esta operación le permite hacerse con negocio "altamente complementario". Sobre todo porque los mercados europeos van reduciendo progresivamente su crecimiento mientras que las estimaciones de los analistas apuntan a que México y Brasil serán los dos mercados cerveceros que más avancen entre 2008-2015. Según el acuerdo, Heineken podrá vender sus marcas en los mercados donde está presente Femsa y, a cambio, ésta tendrá más peso en Europa y EE UU.
Además, Heineken necesitaba ampliar su presencia en América Latina, donde hasta ahora concentraba sus operaciones en Chile y Argentina a través de Compañía Cervecerías Unidas.
Además, la empresa holandesa se había quedado atrás respecto a otras competidoras que sí habían entrado en los países de América del Sur, ya que InBev compró en 2004 la brasileña Cía. de Bebidas das Américas (AmBev, propietaria de Brahma) y SABMiller, se hizo en 2005 con el control de Bavaria para expandirse en Colombia.
Heineken estima que la compra de Femsa tenga un impacto positivo en un plazo de seis años. Al mismo tiempo, estima un ahorro de costes anual de 150 millones de euros hasta 2013.
Un negocio tradicional en plena concentración
El negocio cervecero tiene a gala su origen tradicional y familiar. Una tradición que se mantiene, aunque cada vez en menos manos. Por ejemplo, Heineken sigue bajo control de la familia que la fundó en 1863. Aunque hasta hoy ha tenido que ir eliminando rivales. Por ejemplo, en España adquirió en 1999 Cruzcampo fundada en Sevilla por los hermanos Roberto y Tomás Osborne que pusieron en marcha una de las primeras fábricas de cerveza del país.En España el sector cervecero está en manos de Heineken y de Mahou-San Miguel (cada uno con una participación cercana del 35% del mercado). Y pese al breve paso de la multinacional francesa Danone por el capital de Mahou, ésta sigue bajo control de las familias fundadoras Herraiz y Gervás. La cervecera española es una de las pocas que queda, hasta la fecha, al margen de los grandes operadores del sector. Sin embargo, sí que tiene apetito de compra. Por ejemplo, en 2006 adquirió la firma granadina Alhambra.La última gran compra del sector la protagonizó en 2008 la belga InBev que destinó cerca de 33.000 millones de euros para hacerse con el control de Anheuser-Busch (la que hasta entonces era propietaria de la popular cerveza estadounidense Budweiser) creada en el año 1.852.