Las cajas critican a las familias españolas por basar su estrategia financiera en el 'ladrillo'
La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) constata que la estrategia financiera de los hogares españoles entre 1994 y 2007, basada en volcar su patrimonio en la compra de viviendas, no ha sido "prudente" ni "adecuada", y propone "flexibilizar" el funcionamiento del mercado del alquiler para aumentar su peso.
Según el estudio incluido en el último número de su revista Panorama Social, la Fundación indica que ocho de cada diez euros del patrimonio de las familias estaban invertidos en vivienda en 2007, y más de ocho de cada diez viviendas estaban ocupadas en régimen de propiedad (86%, frente a un media de 67% en la UE-27).
A su juicio, la elevada concentración de la riqueza en vivienda es contraria a la "prudencia" financiera en cuanto que la diversificación y distribución de los riesgos se considera como una forma fundamental de la conducta de los agentes económicos.
Al mismo tiempo, el estudio explica que la inversión en vivienda entre 1994 y 2007 ofreció una revalorización considerablemente inferior a la obtenida por las acciones y otras participaciones, con lo que no habría sido tan rentable como se venía pensando.
De hecho, precisa que dos hogares que hayan partido de un patrimonio igual en 1994 y lo hayan invertido, uno en vivienda y el otro en acciones, con la revalorización media obtenida en 2007, el último habría podido optar a la adquisición de una vivienda similar a la del otro hogar y disponer, además, de activos financieros por un importe superior al valor de la vivienda.
Por otro lado, Funcas considera que el aumento de la tenencia en propiedad de la vivienda responde, en parte, a aspectos institucionales que han desincentivado el mercado del alquiler, como los periodos mínimos de contratación, que han provocado el recelo de los propietarios, o la falta de seguridad jurídica.
Ello ha supuesto la exigencia de mayores garantías por parte de los propietarios o el incremento de los precios, "todo lo cual tiene efectos indeseables en el aumento de los alquileres y la consiguiente reducción de la demanda".
A la vista de estas conclusiones, Funcas indica que si se quiere impulsar el arrendamiento como fórmula de tenencia, favoreciendo de paso la movilidad de la población, y rebajando la elevada concentración del patrimonio familiar en bienes inmobiliarios, será necesario introducir reformas en los mecanismos institucionales de funcionamiento del mercado de la vivienda que permitan "flexibilizar" su funcionamiento.