La Generalitat se enfrenta al Gobierno por un plan urbanístico en Valencia
La Generalitat Valenciana acordó ayer retirar parcialmente la protección como Bien de Interés Cultural al barrio del Cabanyal, en Valencia, para poder sacar adelante un plan urbanístico que supone la ampliación de la avenida Blasco Ibáñez hasta la playa, atravesando la zona marinera de la ciudad y demoliendo unos 450 inmuebles con valor histórico.
En un hecho inusual, el Gobierno de Francisco Camps celebró un pleno extraordinario y urgente sólo para tomar esta decisión después de que la semana pasada el Ministerio de Cultura paralizara el proyecto al considerar que el derribo de viviendas protegidas culturalmente supone un expolio del patrimonio.
El proyecto, que está sobre la mesa desde hace más de diez años, es muy polémico y tiene una fuerte oposición tanto de parte de los vecinos como de la sociedad. Sin embargo, esta apertura de Valencia al mar es casi un empeño personal de la alcaldesa Rita Barberá, que ha defendido la actuación.
La Generalitat reaccionó airadamente a la decisión de Cultura y criticó duramente la "intromisión" en sus competencias por parte del Gobierno. El plan del Cabanyal liberará suelo para construir viviendas, aunque 11 promotoras abandonaron la empresa mixta que se creó para desarrollarlo al llegar la crisis.